Fin del tratado por EEUU podría provocar una crisis humanitaria en El Salvador
El 97% de los salvadoreños con TPS tienen 25 años o más, una tercera parte trabaja en el área de servicios y un 22% en la construcción. A su vez, el 69% reside en Estados Unidos en viviendas de su propiedad.
Una deportación masiva de los 195.000 salvadoreños que residen en Estados Unidos tras el fin estatus migratorio conocido como TPS podría suponer una crisis humanitaria para el país centroamericano, ha estimado este lunes una autoridad migratoria. El presidente Donald Trump ha anunciado que no renovará la protección legal otorgada tras los daños causados por un huracán en 1999 y un terremoto en 2001 en Centroamérica y que ha sido renovada en varias oportunidades, informa AP
El gobierno estadounidense ha dicho que El Salvador ha recibido cuantiosa ayuda internacional y que gran parte de la infraestructura del país ha sido reconstruida, por lo que no se justifica mantener el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).
Por su parte, Canadá quiere «estar listo» para evitar una eventual llegada masiva de inmigrantes salvadoreños residentes en Estados Unidos, ha dicho el ministro de Seguridad Pública.
«Debemos estar listos para afrontar todas las eventualidades y lo estamos», ha declarado el ministro Ralph Goodale a la cadena de televisión CBC.
La embajadora estadounidense en San Salvador, Jean Manes, ha explicado que la decisión de Washington impactará a alrededor del 12% de los salvadoreños que viven en Estados Unidos.
La diplomática ha reconocido la gravedad del problema y ha dicho que detrás de cada una de estas personas con TPS hay una familia en Estados Unidos y sus familiares en El Salvador. Se estima que este grupo tiene un aproximado de 192.000 hijos en ese país.
Tras el anuncio del lunes, se ha informado que los salvadoreños tendrían 18 meses de prórroga, tiempo durante el cual deberían buscar soluciones para que puedan continuar viviendo y trabajando en Estados Unidos.
A pesar de la complejidad de la situación, el canciller salvadoreño Hugo Martínez expresó satisfacción por esta prórroga. “Quiero compartir que hemos logrado 18 meses más para el TPS de nuestros compatriotas”.
Por su parte, Cesar Ríos, del Instituto Salvadoreño del Migrante, dijo en conferencia de prensa que El Salvador no está preparado para recibir a miles de salvadoreños. “Una deportación masiva estaría dando un duro golpe a la economía del país, un grave golpe al grupo familiar. Esto provocaría una crisis humanitaria”, agregó.
Según estudios recientes de la Dirección General de Estadísticas y Censos del Ministerio de Economía, en 2016 la población desempleada en El Salvador era de 204.636 personas, el equivalente a una tasa del 7%.
El 97% de los salvadoreños con TPS tienen 25 años o más, una tercera parte trabaja en el área de servicios y un 22% en la construcción. A su vez, el 69% reside en Estados Unidos en viviendas de su propiedad.
Por otra parte, las remesas familiares son fundamentales para la economía del pequeño país centroamericano. Durante 2016, los salvadoreños que viven en Estados Unidos enviaron 4.576 millones de dólares a El Salvador, un 7,6% más que en 2015. Las remesas recibidas en 2016 equivalieron al 17,1% del Producto Interno Bruto.