Más de 100 inmigrantes venezolanos se instalan en el noreste de Brasil

Un grupo de 114 venezolanos se ha trasladado en los últimos días al Estado de Roraima —en el noreste de Brasil, en la frontera con Venezuela— huyendo de la grave crisis económica y política en su país de origen. Del total de inmigrantes que han comenzado a rehacer su vida en Brasil, 69 han sido trasladados en un avión de la Fuerza Aérea a la ciudad de Igarassu (Pernambuco) y otros 45 a Conde (Paraíba).

Entre los meses de abril y mayo, las ciudades de Sao Paulo —la más grande de Brasil—, Cuiabá y Manaos, han acogido a un total de 527 personas, como parte de la iniciativa del presidente brasileño, Michel Temer, para ayudar a Roraima en la atención migratoria.

Los inmigrantes venezolanos que han llegado por ahora a Brasil reciben asistencia de Aldeas Infantiles, una ONG que forma parte del programa de las Naciones Unidas para los refugiados. Además, la Secretaría de Desarrollo Social de Pernambuco ha asegurado este jueves que ofrecerá asistencia para garantizar la salud, educación e integración de los ciudadanos del vecino país y ha reiterado el compromiso de dicho Estado ante el intenso flujo migratorio procedente de Venezuela de los últimos meses.

Las autoridades brasileñas calculan que en el último año y medio han entrado a Brasil 50.000 venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social que azota la nación petrolera. Se estima, además, que cerca de 400 personas cruzan la frontera cada día. Todo el proceso de integración lo organiza el Gobierno con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Una delegación del Parlamento Europeo realizó la semana pasada una visita de tres días a Roraima para evaluar sobre el terreno la situación de los venezolanos, mientras que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en su visita oficial a Brasil, hizo lo propio en un albergue de Manaos, informa Efe.