La madre de Nagore Laffage lucha porque el alcohol no sea atenuante en los casos de violación
Han pasado 11 años del asesinato de Nagore Laffage. Crimen que marcó por siempre los sanfermines.
Han pasado 11 años del asesinato de Nagore Laffage. Crimen que marcó por siempre los sanfermines. La madre de esta joven estudiante de enfermería a la que el psiquiatra Diego Yllanes mató en Pamplona el 7 de julio de 2008 por negarse a mantener relaciones sexuales con él, ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para que el alcohol deje de ser considerado un atenuante.
«Basta de rebajar las penas a los violadores: agredir borracho no es un atenuante», escribe Asun Casasola en change.org, donde en dos días ha reunido ya más de 150.000 firmas de apoyo.
Su objetivo es trasladar al Congreso todas las adhesiones que sume para modificar el Código Penal y con ello evitar que, de nuevo, en una sentencia, se pueda considerar, como en el caso de Nagore, que la embriaguez es un atenuante.
En aquella ocasión se estableció que el alcohol «afectaba de una forma leve» a las «facultades intelectuales y de la voluntad» del acusado, que Asun Casasola recuerda que golpeó «36 veces» a su hija de 20 años, «una y otra vez hasta matarla».
«No me importa cuántas copas se hubiera bebido el asesino de mi hija antes de intentar violarla y asesinarla, sino el crimen que cometió», afirma en la misma plataforma la madre de Nagore Laffage, y añade que quiere un cambio legal por ella y por las otras víctimas.
Se trata, dice, de que «aquello no vuelva a repetirse», de «hacer justicia en un sistema en el que las mujeres seguimos siendo violadas».