Distensión entre Merkel y Erdogan pese a las "profundas diferencias" entre sus países
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, han rebajado las tensiones entre sus dos países, aunque persisten «profundas diferencias» por la cuestión de los derechos humanos y la libertad de prensa en Turquía, informa AFP. El único anuncio concreto tras el encuentro entre ambos ha sido la posible celebración en octubre de una cumbre sobre Siria, centrada en el último bastión rebelde de Idlib, con la participación de Rusia, Turquía, Alemania y Francia.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, han rebajado las tensiones entre sus dos países, aunque persisten «profundas diferencias» por la cuestión de los derechos humanos y la libertad de prensa en Turquía, informa AFP. El único anuncio concreto tras el encuentro entre ambos ha sido la posible celebración en octubre de una cumbre sobre Siria, centrada en el último bastión rebelde de Idlib, con la participación de Rusia, Turquía, Alemania y Francia.
Turquía y Alemania, donde Erdogan efectúa una visita de Estado hasta el sábado, salen de dos años de discordias. Desde el fallido golpe de Estado de 2016 contra Erdogan, Ankara reprocha a Berlín su escaso apoyo. Las autoridades alemanas critican la deriva represiva en Turquía o el espionaje a opositores turcos en territorio alemán. Aún hay «profundas diferencias», ha admitido claramente Merkel tras la reunión, aludiendo a la libertad de prensa y la situación de derechos humanos. Pero la canciller, en un contexto de distensión entre los dos países, también ha destacado los intereses comunes con Ankara. «Tenemos muchas cosas que nos unen» ha dicho Merkel, quien ha destacado el «gran significado» de la visita de Erdogan a Alemania, donde residen tres millones de habitantes de nacionalidad u origen turco.
«Economía estable»
Con 7.500 empresas alemanas basadas en Turquía, Berlín necesita una «economía turca estable», ha explicado Merkel, en momentos en que Turquía está golpeada por una aguda crisis y la caída de su moneda. Erdogan se ha felicitado de que esta visita permita fijar nuevas bases: «Hemos llegado a un consenso para reactivar los mecanismos de cooperación». Pero el presidente turco ha eludido las preguntas de los periodistas sobre sus declaraciones de 2017 sobre supuestas «prácticas nazis» del Gobierno alemán o sobre el fracaso de la candidatura turca al Euro-2024 de fútbol, atribuido el jueves a Alemania.
Merkel ha destacado que Alemania y Turquía, ambos miembros de la OTAN, tienen intereses comunes para luchar contra el terrorismo y evitar un nuevo flujo de migrantes procedentes de Siria. Turquía y Alemania acogen entre los dos a varios millones de refugiados sirios. Erdogan, con poderes ampliados desde el inicio de su nuevo mandato en julio, se había entrevistado por la mañana con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en su residencia del castillo de Bellevue, donde recibió honores militares. El presidente alemán aludió al tema de los presos «políticos» detenidos en Turquía, entre ellos cinco alemanes.
Varios grupos turcos y kurdos opuestos a Erdogan tienen previsto manifestarse el viernes en Berlín, y el sábado en Colonia, donde el presidente turco inaugurará una mezquita.