Melania Trump visita una antigua fortaleza esclavista en Ghana
Melania Trump ha visitado el miércoles una antigua fortaleza esclavista Ghana. Ha tenido lugar el segundo día de su visita en solitario a África, con la que promociona su programa de bienestar infantil.
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, ha visitado el miércoles una antigua fortaleza esclavista Ghana. Ha ocurrido el segundo día de su visita en solitario a África, con la que promociona su programa de bienestar infantil. La iniciativa, Be best, se centra en Estados Unidos, pero con este viaje Melania pretende llevar su mensaje más allá de las fronteras nacionales.
Trump ha dicho que «nunca olvidará» su visita, a la que se ha referido como «muy emocional» y «algo que la gente debería ver y experimentar».
Una relajada y sonriente Melania llegó a la capital del país, Accra, desde Washington el martes. Fue recibida con una alfombra roja, danzas tradicionales y niños que ondeaban banderas. En un día lleno de acciones que forman parte de Be best repartió osos de peluche a recién nacidos y se reunió con su homóloga ghanesa, Rebecca Akufo-Addo.
Lo más resaltado del itinerario del miércoles ha sido la visita al al castillo de la Costa del Cabo, una gran fortaleza de la ruta del Atlántico de la trata de negros, donde también recibió a miembros de la tribu local Fante. Una señal colgada de las paredes del castillo de la Costa del Cabo, a unos 145 km de la capital, daba la bienvenida a Melania Trump al lugar. El imponente puesto fronterizo, donde una cantidad incalculable de personas fueron encerradas en oscuras mazmorras antes de ser embarcadas, forma parte ahora del Patrimonio de la Humanidad.
La primera dama quiere subrayar el trabajo de la Agencia para Desarrollo Internacional estadounidense, a pesar de los intentos de su marido de recortar los fondos y restringirlos a naciones percibidas como amigas. El presidente ha mostrado muy poco interés en África desde su llegada al poder, pero twitteó sobre la reunión de su mujer con otras madres: «Orgulloso de nuestra gran primera dama- ¡y a ella le encanta hacer esto!».
Proud of our great First Lady – and she loves doing this! https://t.co/VD7wlqeJoR
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 2 de octubre de 2018
La visita, de una semana de duración, de Melania Trump a Ghana, Malawi, Kenya y Egipto ha sido vista como un intento para forjar su propio camino y apartarse así de la sombra de su marido y su controvertida presidencia. En África, el interés por esta visita reside en comprobar si Melania es capaz de enmendar errores tras la afirmación de su marido de que el continente estaba formado por «países pocilga» («shithole countries»).
El viaje de Melania tiene lugar después de una turbulenta semana para la administración de Trump, marcada por la gran controversia que rodea a Brett Kavanaugh, su candidato al Tribunal Supremo, que ha sido acusado de acoso sexual. El martes, Donald Trump se burló abiertamente de la profesora que hizo las acusaciones, despreciando las críticas que han advertido de que semejantes mofas pueden ser un elemento disuasivo para las supervivientes de ataques sexuales.
Aquellos que han estado con Melania Trump el martes han dicho que la enigmática exmodelo les ha parecido cálida y agradable. No obstante, se ha puesto en duda que la visita haya influido en las relaciones entre EEUU y los países africanos.
Los principales periódicos de Ghana han publicado la foto de las dos primeras damas en portada. La visita también ha sido tratada en los programas matutinos de las radios. Ha habido quejas por haber sacado a niños de la escuela para darle la bienvenida así como por la decisión de visitar el recientemente y bien equipado hospital regional de Accra. Algunos presentadores han dicho que habría sido más adecuado mostrar un hospital menos dotado económicamente.