El ébola mata a 113 personas en República Democrática del Congo
Asciende a 113 el número de muertes probables por el nuevo brote de ébola declarado en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC). 78 de los cadáveres han dado positivo en el laboratorio, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad congoleño, ha informado Efe.
El número de muertes probables por el nuevo brote de ébola declarado en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) ha ascendido a 113. 78 de los cadáveres han dado positivo en el laboratorio, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad congoleño, ha informado Efe.
Las autoridades del país han emitido este domingo un informe con cifras vigentes hasta el 6 de octubre, donde señalan que el total de casos por ébola se sitúa en 177, de los cuales 142 están confirmados y 35 son probables. El brote se declaró el pasado 1 de agosto en las provincias de Kivu del Norte e Ituri. El control de la epidemia se ha resentido debido al rechazo de algunas comunidades a recibir tratamiento y a la inseguridad en la zona, donde operan grupos armados.
El pasado día 3 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió el cese de las hostilidades en el noreste del Congo para facilitar la lucha contra el brote de ébola que sufre la zona. Los 15 países que forman el Consejo han abogado por dar una respuesta rápida a la enfermedad y han advertido del riesgo de una rápida expansión, incluyendo a los países vecinos, que afecte a la estabilidad regional.
Este ya es el segundo brote de ébola declarado en 2018, tan solo ocho días después de que el ministro congoleño de Sanidad, Oly Ilunga, proclamara el fin de la anterior epidemia en el oeste del país, y que fue declarado como el peor de la última década en República Democrática del Congo. Desde el pasado 8 de agosto, alrededor de 15.000 personas han sido inoculadas, en su mayoría en las ciudades de Mabalako, Beni, Mandima, Katwa y Butembo.
El virus del ébola, que se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, transmite fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90% si no es tratado a tiempo.
El brote de marzo de 2014 fue declarado el más devastador a nivel global, con casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea Conakry, país del que se expandió intensamente a Sierra Leona y Liberia. En enero de 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el fin de esta epidemia, en la que murieron 11.300 personas y más de 28.500 fueron contagiadas.