El Estado Islámico dejó más de 200 fosas comunes en Irak
El autodenominado Estado Islámico dejó más de 200 fosas comunes en las regiones de Irak que controló entre 2014 y 2017, según ha anunciado este martes la ONU, que pide recibir pruebas de los crímenes yihadistas y respuestas para los familiares de las personas desaparecidas.
El autodenominado Estado Islámico dejó más de 200 fosas comunes en las regiones de Irak que controló entre 2014 y 2017, según ha anunciado este martes la ONU, que pide recibir pruebas de los crímenes yihadistas y respuestas para los familiares de las personas desaparecidas.
Las 202 fosas comunes, situadas en varias provincias del norte y del oeste del país, podrían contener hasta 12.000 cuerpos, según un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Irak y la oficina de derechos humanos de la ONU.
“Podría haber muchas más” fosas, añade el informe, pues algunas zonas son inaccesibles debido a la gran cantidad de minas colocadas en ellas, o por seguir bajo la amenaza de grupos yihadistas clandestinos.
Solo en la provincia de Nínive, donde se encuentra Mosul, más de 7.200 personas siguen dadas por desaparecidas, entre ellas 3.117 de la minoría yizadí, perseguida por los yihadistas, según la comisión gubernamental iraquí de los derechos humanos. De todas las fosas comunes, se han cavado 28 y se han exhumado 1.258 cuerpos, según informa la ONU.
El informe señala, además, que, un año después de que Irak proclamase la “victoria” frente al Estado Islámico, “las pruebas reunidas en estos lugares serán esenciales”. Por esta razón, pide la protección de estos lugares y que las exhumaciones se lleven a cabo respetando las normas. Explica que, solo con estos elementos, se podrán “garantizar investigaciones creíbles, juicios y condenas en conformidad con los estándares internacionales”.
Los investigadores de la ONU han comenzado a recabar pruebas de las matanzas y otras atrocidades del autodenominado Estado Islámico, sobre todo contra los yazidíes, unos actos que pueden constituir «crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y un posible genocidio».
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, ha recordado que, “aunque los crímenes horribles del Estado Islámico ya no acaparan titulares, el trauma de las familias de las víctimas sigue existiendo y se desconoce la suerte que han corrido miles de mujeres, hombres y niños”.
«Determinar las circunstancias de estos numerosos muertos será una etapa importante en el proceso de duelo de las familias y en el recorrido para garantizar el derecho a la verdad y a la justicia», ha afirmado el representante especial de la ONU en Irak, Jan Kubis, informa AFP.