Los muertos por "la guerra contra las drogas" de Duterte aumentan a más de 5.000

La cifra oficial de muertos por la violenta guerra de Rodrigo Duterte contra las drogas en Filipinas ya asciende a más de 5.000 personas, han reconocido las autoridades de ese país. Derrick Carreon, un portavoz de la agencia filipina de control de drogas (PDEA), ha afirmado que, según cifras oficiales, entre julio de 2016 y finales de noviembre de este año, se perdieron 5.050 vidas, principalmente a manos de la Policía.

Desde que asumió el poder en julio de 2016, Duterte ha hecho de su represión contra los comerciantes y consumidores de drogas el foco de su Administración, continuando la brutal campaña de violencia que promulgó como alcalde de la ciudad de Davao. En setiembre pasado expresó: “Mi único pecado son las ejecuciones extrajudiciales”.

La cifra oficial está muy por debajo de las estimaciones hechas por grupos de derechos humanos y activistas, que varían entre las 12.000 y más de 20.000 víctimas. Muchos de los asesinatos, según las organizaciones defensoras de derechos humanos, han sido hechos por los «escuadrones de la muerte» y milicias no oficiales. La semana pasada, Chito Gascón, abogado filipino y activista de derechos humanos, afirmó que la cifra de muertos podría ser hasta de 27.000 personas. También denunció que las investigaciones y la contabilidad se dificultan debido a que la policía retiene registros sobre las operaciones antidrogas.

Aunque inicialmente fue una política popular, la represión de Duterte ha sido criticada por la cantidad de asesinatos cometidos por la policía, a los que el Gobierno ha otorgado poderes sin límites para llevar a cabo redadas de drogas. Según las estadísticas del Gobierno, también hubo 164.265 arrestos de personas vinculadas con las drogas como resultado de 115.435 operaciones antidrogas en todo el país durante el período de dos años y medio.