Japón ejecuta a dos condenados a muerte en el año con más ajusticiados de la década
Las autoridades japonesas han ejecutado este jueves a dos condenados a muerte que se suman a otros 13 presos ajusticiados en julio.
Las autoridades japonesas han ejecutado este jueves a dos condenados a muerte que se suman a otros 13 presos ajusticiados en julio. Se trata del mayor número de ejecuciones en un año desde 2008. Más de cien reos esperan todavía en el corredor de la muerte.
«El pueblo japonés considera que es inevitable tener la pena de muerte para los crímenes extremadamente crueles y viles«, ha afirmado el ministro de Justicia, Takashi Yamashita, al dar detalles en una rueda de prensa.
Los dos hombres ahorcado hoy son Keizo Okamoto, de 60 años, miembro de la Yakuza —el crimen organizado japonés—, y un antiguo asesor financiero, Hiroya Suemori, de 67 años. Ambos habían sido condenados a la pena capital por el atraco y el posterior asesinato de dos personas en Osaka en 1988.
Los dos condenados secuestraron al presidente de una empresa de inversión, de 43 años. Exigieron por su liberación 100 millones de yenes (unos 792.000 euros al cambio actual) y después de recibir el dinero, lo estrangularon con un cable de televisión. También asesinaron a un empleado de la misma empresa de inversión. Cubrieron con hormigón los dos cadáveres y los abandonaron en un bosque.
«El caso fue extremadamente cruel e hizo temblar a la sociedad japonesa», ha afirmado el ministro Yamashita, que ha explicado que se ordenó la ejecución después de estudiar «con mucho cuidado» si existía algún factor que podría impedirlo.
Se trata del primer ajusticiamiento de condenados a muerte desde los 13 miembros de la secta Verdad Suprema ejecutados en julio. Los integrantes de este grupo atacaron con gas sarín el metro de Tokio y mataron a 13 personas, decenas se quedaron en estado vegetativo y hubo 6.300 intoxicados. Es el ataque más mortífero en la historia de Japón y está considerado uno de los primeros atentados de terrorismo moderno.
Japón es el único país democrático del primer mundo, junto a Estados Unidos, que practica la pena de muerte. Ha sido frecuentemente criticado por mantener la pena capital y numerosas organizaciones han pedido su abolición y reemplazo por cadena perpetua.
Pero el ministro de justicia cree que eso es «inapropiado» y considera que es un recurso que cuenta con el respaldo de las encuestas. «Se debe discutir bien sobre la abolición de la pena de muerte», ha insistido el ministro, que asumió sus funciones en octubre pasado, tras la última remodelación del gabinete del conservador Shinzo Abe.