Unos 80.000 muertos del genocidio de Ruanda serán enterrados 25 años después
Solo en 100 días unas 800.000 personas, la mayoría hutus, fueron asesinadas en 1994 en el país africano
Un total de 80.931 cadáveres recuperados de fosas comunes excavadas durante el genocidio de 1994 en Ruanda serán enterrados de forma digna el próximo 4 de mayo en el Monumento al Genocidio en Nyanza, al sureste de Kigali, ha anunciado la asociación de supervivientes Ibuka, coincidiendo con los actos conmemorativos que se celebran este domingo en Ruanda, con el presidente Paul Kagame a la cabeza, del 25º aniversario de la matanza para recordar a las víctimas y evitar que caigan en el olvido.
El 6 de abril de 1994, el derribo del avión en el que viajaban el moderado presidente Juvénal Habyarimana, de etnia hutu, junto a su homólogo de Burundi, el presidente Cyprien Ntaryamira, supuso el detonante de este limpieza étnica considerada una de las peores de la historia.
En tan solo 100 días, unas 800.000 personas fueron asesinadas -muchas a machetazos-, de las que la gran mayoría fueron tutsis, pero también hutus moderados.
«Descubrimos las fosas comunes en los distritos de Rusororo y Masaka, en el extrarradio de Kigali, el pasado abril», ha detallado el coordinador de esta entidad en el distrito de Gasabo, Theogene Kabagambire, a la agencia Efe.
En el último año «se han exhumado 30.923 cuerpos solo en el municipio de Kabuga, parte del distrito de Rusororo», según Kabagambire, quien no puede especificar el número total de fosas comunes encontradas en esta zona con una profundidad de hasta 25 metros, ya que se suman «por cientos».
En el vecino barrio de Masaka, en el distrito de Kicukiro que alberga el Monumento al Genocidio de Nyanza, otros 50.158 cuerpos han sido exhumados, según el jefe de excavaciones, Innocent Gasinzigwa, de un total de «128 fosas comunes».
Para dar con estos cuerpos, Ibuka contó con el testimonio anónimo de un joven miembro del grupo paramilitar extremista hutu Interahamwe (los que pelean juntos), quien participó en el genocidio con 15 años de edad y después ha cumplido una década de cárcel.
Según Gasinzigwa, fueron también hallados varios cuerpos en la casa del exburgomaestre de Kanombe, Jean Paul Nytayamira.
En esta zona, el régimen del entonces presidente ruandés, Juvenal Habyarimana, encargó a la juventud hutu excavar tumbas entre 1990 y 1992, tras el intento fallido en 1990 del Frente Patriótico de Ruanda (RPF)- milicia encabezada por el actual jefe de Estado, Paul Kagame- de hacerse con el poder.
«Es triste que los ruandeses de esta área hayan guardado silencio durante 24 años y, sin embargo, supieran de la existencia de estas tumbas», ha sentenciado Kabagambire.
Actos conmemorativos
En el marco de los diferentes actos que desde este domingo y durante los próximos días se celebran en el país, el presidente Paul Kagame ha destacado el domingo la fuerza de su pueblo, que salió del abismo para convertirse en «familia«, «más unida que nunca», 25 años después del genocidio en el que murieron al menos 800.000 personas.
«En 1994, no había esperanza, sólo tinieblas. Hoy la luz ilumina este lugar. ¿Cómo pudo suceder? Ruanda volvió a ser una familia», ha dicho Kagame, de 61 años, indiscutible líder del país desde 1994, en una ceremonia en el Centro de Convenciones de Kigali, símbolo de la modernidad de la capital ruandesa. «Nada tendrá el poder de hacer que los ruandeses se enfrenten. Esta historia no se repetirá. Es nuestro firme compromiso», ha subrayado.
Antes de su intervención, Kagame encendió la llama del recuerdo en el memorial de Gisozi en Kigali, en donde más de 250.000 víctimas fueron enterradas.
Los presidentes de Chad, Idriss Deby, de Congo, Denis Sassou Nguesso, de Yibuti, Ismaïl Omar Guelleh, de Níger, Mahamadou Issoufou, así como el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, han asistido a las ceremonias en recuerdo de las víctimas.
El primer ministro belga, Charles Michel, también ha estado presente en apoyo de la ex colonia y «en nombre de un país que también quiere asumir su parte de responsabilidad frente a la historia», ha dicho, reconociendo los errores de la comunidad internacional en 1994. También ha participado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en representación de la UE.