El TSJC archiva la causa contra Buch por desobediencia en el 1-O cuando era alcalde de Premià
El TSJC resalta que Buch firmó un decreto de apoyo al 1-O antes de que el Constitucional le notificara la orden de impedir o paralizar cualquier iniciativa para facilitar el referéndum ilegal
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha archivado la causa por desobediencia y prevaricación al conseller de Interior, Miquel Buch, por la apertura de tres locales municipales de Premià de Mar (Barcelona) para la votación del 1-O cuando era alcalde de esta localidad.
En un auto, el alto tribunal catalán resalta que Buch firmó el 7 de septiembre un decreto de alcaldía de apoyo al referéndum y que no fue hasta el 12 de septiembre cuando el Tribunal Constitucional le notificó la orden de impedir o paralizar cualquier iniciativa de apoyo al 1-O y que, desde entonces, no consta que firmara ninguna resolución ni adoptara ninguna medida para la cesión de tres locales municipales para la votación.
Desde que Buch recibió el 12 de septiembre la notificación del Constitucional «no consta resolución, oficio u otro acto administrativo del alcalde de Premià de Mar» en que hiciese referencia a la utilización de los tres locales de titularidad municipal en los que se celebró el 1-O en esta población o de los otros cinco centros usados en la jornada. «Tampoco aparecen indicios de la intervención de ese alcalde en la preparación del referéndum con actuaciones de cualquier género -aun en forma de meras ‘vías de hecho’, como por ejemplo indicaciones a empleados municipales, singularmente policías locales- vinculadas con la disposición o habilitación de los ocho locales para aquella finalidad», resalta el alto tribunal catalán.
Buch compareció el pasado 16 de julio ante el juez del TSJC Sergi Seguí, ante quien se desentendió de la cesión y apertura de locales municipales del 1-O en Premià de Mar cuando era alcalde y alegó que su apoyo al referéndum fue meramente político.
«Fue la sociedad la que se movilizó para tener las escuelas abiertas para poder votar el 1-O. Ello significa, una vez más, que no fue una locura de los diputados del Parlament, ni del Govern ni de los alcaldes, sino que fue la sociedad catalana la que quiso participar en el referéndum», subrayó Buch a los periodistas, tras declarar ante el juez.