Ruanda reabre sus fronteras con la RD del Congo tras cerrarlas por la epidemia de ébola
El brote de ébola que cumple un año este jueves ha causado ya 1.813 muertes
El Gobierno de Ruanda reabierto sus fronteras terrestres con la República Democrática del Congo (RDC) tras cerrarlas temporalmente debido a la detección de casos de ébola en la localidad congoleña de Goma, que se encuentra a escasos metros de Ruanda. Las fronteras han estado cerradas durante unas 14 horas y, tras reabrirlas, el Ministerio de Sanidad ha recomendado al público «que evite cualquier viaje innecesario al área afectada».
El anuncio del cierre de las fronteras ha coincidido con la confirmación este jueves de un nuevo caso en Goma, el tercero, según ha informado el coordinador nacional de la respuesta contra el ébola de RDC, Aruna Abedi.
Este tercer caso, del que no se han dado detalles, coincide con el día en el que se cumple un año de la declaración oficial de este brote de ébola, que avanza sin control en el noreste congoleño. A este caso se suman otros 12 en la ciudad de Goma y los alrededores que están a la espera de ser confirmados, según los últimos datos del Gobierno de RDC.
El brote de ébola que cumple un año este jueves ha causado ya 1.813 muertes entre los 2.701 casos declarados y sigue sin estar bajo control. Es la décima epidemia de esta enfermedad en la RDC, pero ya se ha convertido en la peor de su historia y en la segunda más grave del mundo, solo superada por la que sufrió África Occidental en 2014 con más de 11.000 fallecidos.
El gran miedo que ha generado este último brote ha sido que el virus llegase a otros países o que afectase a grandes ciudades como la capital de Kivu del Norte y Goma, una ciudad con más de un millón de habitantes y con mucho tráfico comercial con Ruanda.
Tres días después de que Goma confirmara su primer paso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia internacional, algo a lo que se había resistido a hacer durante 11 meses por la alarma que podría causar.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90% si no es tratado a tiempo.
En este brote, casi siete de cada 10 personas contagiadas han fallecido y muchas de estas muertes siguen ocurriendo en las casas y en las comunidades, a espaldas de quienes llevan el seguimiento.