Salvini celebra la aprobación de su decreto anitiimigración que multa a las ONG
La norma establece que el ministro del Interior puede limitar o prohibir la entrada de naves en aguas territoriales italianas por motivos de seguridad
Reuters
El ministro del Interior Italiano, Matteo Salvini, ha celebrado este martes la aprobación de su decreto antiinmigración en el Parlamento, una norma que impone multas a las ONG que rescatan a migrantes en el mar.
El decreto, del que dependía la continuidad del Gobierno, fue aprobado el lunes definitivamente en el Senado con 160 votos a favor, 57 en contra y 21 abstenciones.
En la votación, Forza Italia se abstuvo, el ultraderechista Hermanos de Italia no participó por considerar el texto demasiado blando y seis senadores del movimiento Cinco Estrellas se ausentaron por su disconformidad con el documento.
“El Decreto de Seguridad, con más poder a las fuerzas del orden, más controles en las fronteras, más hombres para arrestar a mafiosos y camorristas, es ley. Os lo agradezco a vosotros, italianos, y a la beata Virgen María”, dijo Salvini en sus redes sociales tras la victoria en el Parlamento.
La norma, que ya había sido aprobada en la Cámara de los Diputados el 25 de julio, introduce multas a las ONG que salvan migrantes en el Mediterráneo en caso de entrar en aguas italianas.
Establece además que el ministro del Interior puede limitar o prohibir la entrada de naves en aguas territoriales italianas por motivos de seguridad y que las multas pueden alcanzar hasta un millón de euros para los comandantes que incumplan esta disposición.
La norma también prevé mayores inversiones para combatir la inmigración irregular y las mafias de tráfico de personas, así como nuevas contrataciones de agentes policiales, y prohíbe la entrada a recintos deportivos a quienes protagonicen incidentes violentos en el extranjero.
El decreto fue emanado por el Consejo de Ministros el 11 de junio y debía de ser refrendado por el Parlamento en un plazo de 60 días, por lo que era preciso hacerlo antes del 13 de agosto.
Y la del lunes no era una votación cualquiera, ya que el Gobierno de la Liga de Salvini y del M5S sometió el decreto a una votación de confianza, es decir, que si no era aprobada, el Ejecutivo caería. De este modo se obliga de alguna manera a los parlamentarios de los partidos del Gobierno a votar a favor, pues la votación es pública y se evita a los llamados «francotiradores», que a veces votan contra de la disciplina de partido amparados en el anonimato.
