China registra en 2019 su tasa de natalidad más baja desde la fundación del Partido Comunista en 1949
En 2016 el gobierno flexibilizó la política del hijo único para permitir a la gente tener dos hijos, pero el cambio no se ha traducido en más nacimientos
China ha registrado en 2019 la tasa de natalidad más baja desde que se fundó el Partido Comunista gobernante en 1949, sumando una presión más a la ralentización de la economía que ya sufre debido al envejecimiento de la sociedad y de la disminución de la fuerza laboral. Para evitar una crisis demográfica, el gobierno flexibilizó la política del hijo único en 2016 para permitir a la gente tener dos hijos, pero el cambio no se ha traducido en más nacimientos.
En 2019, la tasa de natalidad ha sido de 10,48 nacimientos por cada 1.000 personas, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas divulgados este viernes. En 2019 han nacido 14,65 millones de bebés, frente a los 15,23 millones que vinieron al mundo en 2018 y los 17,23 millones de 2017.
Durante la presentación del informe, el director de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), Ning Jizhe, ha reconocido la situación aunque ha matizado que «todavía es un número muy grande» y que la reducción de la tasa es «menor a la de los últimos dos años». Ning ha revelado que el 57% de los nacidos en 2019 han sido segundos hijos: «Nuestra política está funcionando», ha afirmado. No obstante, el objetivo de la nueva «política de dos hijos» era registrar unos 20 millones de nacimientos anuales, muy por encima del número finalmente contabilizado en 2019.
Según los expertos, los elevados costes de aspectos como la educación o las nuevas prioridades laborales de las mujeres frenan a las parejas que quieren tener su primer hijo, así como a las que desean tener al segundo. La reducción de los nacimientos podría suponer un problema demográfico para una China que ya se enfrenta al envejecimiento de su población, que unido al decrecimiento de las personas en edad de trabajar puede plantear problemas a largo plazo para la economía del país. Los expertos más pesimistas aseguran que China «se hará vieja antes que rica».