Italia hará 150.000 test serológicos a partir del 4 de mayo
Los test permiten hallar los anticuerpos en la población y pueden indicar eventualmente si una persona es inmune a una nueva infección
Italia comenzará a partir del 4 de mayo una campaña de test serológicos a 150.000 personas en todo el país para intentar saber más sobre la epidemia de COVID-19[contexto id=»460724″], ha anunciado este sábado el comisario del Gobierno Domenico Arcuri. «Vamos a distribuir los test a las regiones [Italia tiene 20 regiones] en función de la población» y otros criterios establecidos especialmente por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), ha dicho Arcuri, que se encarga de gestionar la crisis de la epidemia de COVID-19.
Estos test permiten hallar los anticuerpos en la población y pueden indicar eventualmente si una persona es inmune a una nueva infección. Aunque por el momento esto es una hipótesis. Esta pandemia ya ha causado más de 26.000 muertos en Italia. Lombardía, la región de Italia más afectada con más de la mitad de los fallecidos —unos 13.100— registrados en la península, ya empezó esta semana los exámenes serológicos. Arcuri ha precisado, eso sí, que no existe ningún test fiable al 100%. La empresa cuyas pruebas serológicos fueron seleccionadas las propondrá gratuitamente y, según el comisario, superan el 95% de precisión en los resultados.
Domenico Arcuri ha anunciado igualmente que el Gobierno italiano iba a fijar rápidamente «un precio máximo» para las mascarillas de protección, cuyo uso recomendarán a la población a medida que avance el desconfinamiento que comenzará el 4 de mayo. Ha asegurado que, tras haberse entregado en prioridad a los hospitales, ya están siendo distribuidas entre la administración pública, las fuerzas de seguridad, los trabajadores del transporte público o las residencias de ancianos.
El comisario del Gobierno ha dicho también estar satisfecho con los resultados que ha dado el confinamiento impuesto a los italianos desde el 9 de marzo y ha asegurado que el país cuenta ahora con el doble de respiradores artificiales en los hospitales que de enfermos en las unidades de cuidados intensivos.