Dos personas han muerto por disparos durante la tercera noche de protestas en el estado de Wisconsin contra el racismo y el abuso policial, a raíz de los disparos que recibió Jacob Blake, un hombre negro de 29 años, por parte de policías.
En contexto: la ciudad estadounidense de Kenosha vive ya varios días de protestas después de que Jacob Blake recibiera varios disparos por parte de agentes de la Policía, tras lo que permanece ingresado en el Hospital Froedtert de Milwaukee en estado grave. El suceso fue grabado en vídeo y ha despertado la indignación en Estados Unidos, donde ya se han sumado a las protestas ciudades de otros estados, como Nueva York.
«El tiroteo se ha saldado con dos muertos y una tercera víctima alcanzada por las balas, que ha sido trasladada al hospital con heridas serias pero que no representan una amenaza a su vida», ha informado el departamento policial de Kenosha en un tuit. Las identidades de las víctimas no han sido reveladas por el momento.
Los nuevos disturbios se iniciaron durante la madrugada, casi dos horas después del inicio del toque de queda en Kenosha, a las 20:00 horas del martes. Según informan las televisiones locales, miembros de la Policía trataron con un megáfono de dispersar a un grupo de manifestantes que se había concentrado frente al Palacio de Justicia del Condado Kenosha y que estaban participando en una «asamblea ilegal».
La Policía acabo lanzando gases lacrimógenos contra los reunidos, mientras se veía como decenas de antidisturbios salían desde la puerta principal del Palacio para contener a los manifestantes.