Un agente federal de EEUU ha matado al sospechoso de haber asesinado a un fan de Donald Trump en Portland (Oregon), durante las protestas contra el racismo y la violencia policial, informaron medios locales.
En contexto: Michael Forest Reinoehl, de 48 años, es activista de izquierdas, se define a sí mismo como «100% de Antifa» y era sospechoso de haber matado de dos disparos a Aaron J. Danielson, un seguidor de Trump y miembro del movimiento de ultraderecha Patriot Prayer que se enfrentó a quienes se manifestaban en Portland contra la injusticia racial.
Reinoehl murió en la localidad de Lacey (Washington), cuando un grupo de agentes federales intentaron arrestarle, según los diarios The Washington Post y The New York Times, que citan fuentes oficiales. El agente federal disparó a Reinoehl cuando éste «sacó una pistola», ha declarado al Post una fuente del Departamento de Justicia, que precisó que en la operación participaron miembros del FBI y del Servicio de Mariscales de EE.UU. Reinoehl nunca llegó a ser formalmente acusado del asesinato de Danielson, y la Policía de Portland aseguró este jueves que seguía investigando el incidente.
Poco después de que el New York Times publicara la información sobre la muerte de Reinoehl, Trump tuiteó precisamente sobre ese caso, pero no pareció haberse enterado aún de la noticia, porque preguntó «por qué la Policía de Portland no ARRESTA al asesino a sangre fría de Aaron ‘Jay’ Danielson».
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1301726907298385921
En una entrevista publicada este jueves por el medio Vice News, Reinoehl pareció admitir que había matado a Danielson, al asegurar que «no tenía otra opción» y que actuó en defensa propia, porque creía que el seguidor de Trump iba a apuñalarles a él y a un amigo. «Podría haberme quedado sentado y ver cómo mataban a un amigo mío de otra raza. Pero no iba a hacer eso», afirmó Reinoehl.
El activista acudió frecuentemente a las protestas de este verano en Portland, una de las ciudades donde ha habido una movilización más activa y a veces violenta contra el racismo tras el homicidio del afroamericano George Floyd en mayo en Mineápolis.
El suceso se produjo después de que una caravana de simpatizantes de Trump y ultraderechistas de Patriot Prayer recorriera Portland el pasado fin de semana y se enfrentara con los manifestantes contra el racismo, a los que dispararon con perdigones y balas de pintura. El incidente dio alas al discurso de «ley y orden» de Trump, que ha perfilado a los participantes en las protestas como «anarquistas» y «criminales», sin distinguir entre la mayoría que se manifiesta pacíficamente y la minoría que ha participado en altercados o disturbios.