El operativo de espionaje al extesorero del PP, Luis Bárcenas, costó más de 53.000 euros y dispuso de hasta 71 agentes, según revela un informe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional incorporado al sumario de la operación Kitchen , cuyo secreto ha levantado hoy el juez José de la Mata.
En contexto: la operación Kitchen investiga el espionaje por parte del ministerio del Interior al extesorero del PP Luis Bárcenas en 2014 para sustraerle información que, presuntamente, ponía al partido en compromiso. La Fiscalía Anticorrpución solicitó el pasado lunes la imputación de la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal y del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz por presuntos delitos de prevaricación, descubrimiento y revelación de secretos y malversación.
71 agentes entre policías, oficiales e inspectores estaban de servicio en el momento en que el espionaje a la esposa de Bárcenas, su hijo, y hasta su la empleada del hogar tuvo lugar. El comisario García Castaño, uno de los jefes de la policía política, que estaba al mando de la operación, tenía a estos agentes a su disposición.
Por otra parte, también se ha desvelado que Interior, con Jorge Fernández Díaz al mando, destinó en su momento al menos 53.266 euros de los fondos reservados para la Operación Kitchen, según una resolución del pasado 16 de abril a la que ha tenido acceso El País.
50.000 euros para sueldos y salarios y el resto a gastos de comida, transporte y ‘otros’, según relata el juez que dictó la resolución. Fueron el comisario jubilado José Manuel Villarejo (en prisión desde noviembre de 2017) y su compañero Enrique García Castaño, máximo responsable de la Unidad Central de Apoyo Operativo (encargada de operaciones encubiertas de obtención de información contra el terrorismo y la delincuencia organizada) quienes entregaron las sumas de dinero.