La justicia boliviana ha anulado la orden de detención contra el exmandatario Evo Morales por supuestos delitos de terrorismo, una semana después de la elección de Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), como nuevo presidente. La semana pasada, Morales aseguró en un mensaje publicado en Twitter que, con la victoria electoral de Arce, Bolivia había «recuperado la democracia».
En contexto: la orden de arresto contra el exmandatario, presidente de Bolivia entre 2006 y 2019 y exiliado a Argentina tras lo que sus partidarios calificaron como «golpe de Estado», se ha levantado ahora porque, en palabras del presidente del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, Jorge Quino, sus derechos (especialmente su derecho a la defensa) se habían vulnerado. La Fiscalía General de Bolivia imputó a Morales el 6 de julio por supuestos delitos de terrorismo. Posteriormente, el líder boliviano renunció a la presidencia el 10 de noviembre acusado de fraude electoral, en medio de un clima social convulso.
Con esta decisión se anula la petición que la Fiscalía había dictado en diciembre, cuando pidió para Morales orden de arresto por sedición y terrorismo. El exmandatario indígena y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), han rechazado todos los cargos y afirmado que tenían motivaciones políticas.
La fiscalía había abierto además otra causa a Morales por supuesto fraude en las elecciones de octubre de 2019, en las que obtuvo la reelección a un cuarto mandato pero que posteriormente fueron anuladas. Además, la Fiscalía había intentado a inicios de este año conseguir que la Interpol emitiera una orden de arresto internacional contra Morales, pero el organismo lo rechazó por considerar que se trataba de asuntos políticos, no criminales. En esta línea, el 4 de septiembre, el gobierno de Bolivia contactó con la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya para denunciar a Morales por supuestos crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, esta petición no tuvo efectos palpables, puesto que un Estado puede pedir a la CPI que examine si es procedente que intervenga en un caso determinado determinad, pero la Corte lo hace solo cuando ha fracasado el sistema penal nacional.
En la campaña electoral para los comicios del pasado 18 de octubre, el gobierno conservador transitorio de Jeanine Áñez acusó reiteradamente a Morales de varios delitos. Sin embargo, las urnas dieron a la vicoria a Arce, el exministro de Finanzas de Evo Morales y artífice del «milagro económico» boliviano.