El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha afirmado este jueves que la presidencia del país no es un trabajo para mujeres y que ha desaconsejado a su hija Sara, alcaldesa de la ciudad de Davao, que opte al cargo en las elecciones del próximo año.
Los detalles: «Le he dicho a mi hija que no se presente porque la compadeceré si pasa por lo que yo pasé. Este cargo no es para mujeres. La configuración emocional de una mujer y un hombre es totalmente diferente. Te convertiría en un idiota». Estas han sido las palabras de Duterte durante la inauguración de una autopista en Manila, hecho retransmitido por las redes sociales.
Con respecto a la reacción de su hija, Sara Duterte, el medio filipino Rappler recoge que no se ha sentido ofendida, y que cuando le comentó a su padre que no tenía intención de aspirar a la presidencia este le respondió: «Muy bien. Yo tampoco quiero que te presentes». Sin embargo, Duterte hija asegura que no se discutió nada sobre cuestiones de género.
Además, cuando se le ha preguntado si tenía algo que decir respecto a las declaraciones de su padre sobre la supuesta incapacidad de las mujeres para ocupar el cargo, la alcaldesa ha contestado que esa era simplemente «la opinión de él».«No me he ofendido porque él también respetará mi opinión si digo algo diferente».
El mandatario ha sido acusado de sexista[contexto id=»381722″] en repetidas ocasiones por sus comentarios y hace dos años enfureció al movimiento feminista del país al insistir en dar un beso en los labios a un mujer en un acto público. Además, ha sido el protagonista de diversas polémicas, como cuando recomendó desinfectar las mascarillas con gasolina el pasado mes de julio o cuando ordenó a las fuerzas de la ley «disparar a matar» a aquellas personas que violaran las restricciones de la cuarentena por COVID-19[contexto id=»460724″].
La carrera política de Duterte despegó cuando la presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, lo nombró vicealcalde de Davao en 1986, después de la llamada Revolución del Poder del Pueblo, que supuso el exilio del dictador Ferdinand Marcos y el ascenso de Aquino a la presidencia, que ocupó hasta 1992. Asimismo, Filipinas tuvo otra presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, que ocupó el cargo entre 2001 y 2010 y que es una de las aliadas más influyentes del actual jefe del Estado.