Tras los resultados del 14F llegan las reacciones de un lado y otro del espectro político. El PSC de Salvador Illa ha ganado las elecciones en número de votos, pero ha empatado en escaños con ERC y el independentismo ha salido reforzado.
En contexto: Salvador Illa ha anunciado que se postulará a la investidura. Los socialistas han obtenido el 23% de los votos y 33 escaños, los mismos que los de ERC y uno más que Junts per Catalunya. El bloque independentista que podrían formar esos dos partidos junto a CUP se asegura 74 escaños, más que necesarios para investir al presidente de la Generalitat.
El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha dado por hecho que su partido tendrá la presidencia de la Generalitat «por primera vez en 80 años» y ha afirmado que, con un 50% de votos independentistas, hay que «culminar la república catalana». «Cataluña se vuelve a expresar con claridad en favor de la autodeterminación y la amnistía», ha afirmado.
El expresidente catalán Carles Puigdemont ha celebrado –por videoconferencia desde Bélgica– el «resultado extraordinario» del soberanismo en las elecciones catalanas y ha avisado al Estado de que le será «imposible hacer política sin hablar de independencia». Puigdemont ha intervenido en la noche electoral de Junts, que ha perdido dos escaños (de 34 a 32) y, por primera vez en unas catalanas, queda por detrás de ERC.
El PDeCAT, el partido en el que milita el expresidente de la Generalitat Artur Mas, se ha quedado sin representación en el Parlament al no haber obtenido ningún escaño. Su candidata a la Generalitat, Àngels Chacón, ha celebrado el resultado del independentismo y lamentado la irrupción de Vox en el Parlament, que «polarizará» el debate. «Este sigue siendo un partido con proyecto, con la fuerza que tiene en todos los municipios, también en el Congreso tiene voz propia», ha afirmado Chacón respecto a la derrota del PDeCAT.
El secretario de Organización del PSOE y ministro de Trasnporte, José Luis Ábalos, considera que la gran perdedora de las elecciones ha sido la derecha que ve Cataluña como un problema porque es incapaz de entender la diversidad y la pluralidad. «Una derecha que no tiene nada que ofrecer a los catalanes y que de manera irresponsable se limita a jugar la baza del anticatalanismo en el resto de España, y una derecha independentista que sólo ofrece frustración y depresión en el otro lado», ha añadido el encargado de valorar los resultados en nombre del PSOE.