La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, ha anunciado la creación de una comisión independiente que examinará los «hechos y las causas» del asalto al Capitolio el 6 de enero, en el que murieron cinco personas, entre ellas un policía.
Lo más importante: el objetivo de este nuevo ente será examinar la respuesta de la policía del Capitolio, que se vio sobrepasada por la muchedumbre en el asalto, así como la reacción de otras fuerzas de seguridad a nivel federal, estatal y local.
En una carta dirigida a los demócratas y distribuida a la prensa, Pelosi ha explicado que la comisión será similar a la que creó el Congreso después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La comisión estará liderada por el teniente general Russel Honoré, quien ya estaba trabajando con un comité del Congreso para averiguar lo ocurrido el 6 de enero y famoso en Estados Unidos por haber puesto orden en la respuesta del entonces Gobierno de George W. Bush (2001-2009) al huracán Katrina.
Con base a lo que Honoré ya ha averiguado, Pelosi avisa de que se necesitarán más fondos para que la nueva comisión pueda hacer su trabajo.
La creación de esta comisión llega después de que el sábado el expresidente Donald Trump[contexto id=»381723″] superara su segundo juicio político al ser absuelto por el Senado, constituido como jurado, del cargo de «incitar una insurrección» en el asalto al Capitolio. En concreto, 57 senadores (incluidos siete republicanos) votaron a favor de la condena y 43 en contra, unas cifras insuficientes para los demócratas, que necesitaban una mayoría de 67 votos para sancionar al examandatario, algo que desde el principio parecía altamente improbable.
Era el segundo impeachment de Trump, quien ya fue sometido a un proceso similar el año pasado por sus presiones a Ucrania.
Un mes después del ataque, el Capitolio sigue rodeado de una alta valla negra y Reutera periodistas, legisladores y sus equipos, de forma que el público no puede acceder, lo que ha ocasionado numerosas quejas entre los vecinos de la zona. Además, el Capitolio permanece custodiado por unos 5.000 reservistas de la Guardia Nacional que no tienen previsto dejar la capital hasta mediados de marzo.