Facebook planea suprimir el trato de favor que mantenía hasta ahora con las publicaciones de los políticos. De esta forma, la compañía de Mark Zuckerberg revierte la forma en que ha permitido que los mensajes de los líderes políticos permaneciesen intactos en sus redes.
En contexto: La red social llevaba meses bajo presión desde que suspendió a Donald Trump[contexto id=»381723″], tras las polémicas declaraciones del expresidente alentando el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero. Esta decisión supone una rectificación respecto a la política introducida hace menos de dos años, cuando Facebook dijo que el discurso de los políticos era de interés periodístico y no debía ser vigilado.
Según AFP, el cambio de política se produciría después de que una junta de supervisión independiente señalara que Facebook hizo bien en bloquear al expresidente Donald Trump por sus comentarios sobre los sucesos del 6 de enero. Esta modificación supondría un giro importante en la dirección de la compañía con respecto a su compromiso de no interferir en el discurso político. Los líderes mundiales, como el resto de usuarios, estarán sujetos a las directrices de contenido que prohíben el acoso, la discriminación y otros discursos perjudiciales.
Mark Zuckerberg llegó a decir en un discurso de 2019 en la Universidad de Georgetown que la compañía no sería un árbitro del discurso «porque creo que debemos seguir defendiendo la libertad de expresión». Nick Clegg, que director de asuntos públicos de Facebook, también ha declarado en alguna ocasión que todo discurso político «debería, como regla general, ser visto y escuchado» en la plataforma.
Hasta ahora, si Facebook decidía que el discurso de los políticos era de interés periodístico, podía estar exento de ser retirado, debido a una norma que la compañía ha utilizado desde al menos 2016. A partir de este viernes, según informa The New York Times, la red social revelará cuándo se ha aplicado dicha cláusula de noticiabilidad con las publicaciones que incumplen las normas.
La empresa dirigida por Mark Zuckerberg se ha enfrentado a diversas reacciones en contra de tal postura por parte de legisladores, activistas de los derechos civiles e incluso sus propios empleados. Una política que fue duramente criticada cuando Trump utilizó las redes sociales para reunir a la multitud que acabó asaltando el Capitolio en protesta por la victoria de Joe Biden. Un día después de los disturbios, Facebook anunció el bloqueo al expresidente, con la intención de paliar el riesgo que suponía permitirle usar la plataforma.
Desde entonces, los partidarios de Trump han reprobado este acto como un ejercicio de censura. Para calmar la situación, la red social envió su decisión de bloquear a Trump a una junta de supervisión independiente para que revisara el caso. El mes pasado, la junta dio la razón a Facebook. Sin embargo, la junta declaró que una suspensión indefinida «no era apropiada» y que la empresa debía aplicar un castigo estándar, como una suspensión de duración limitada o una prohibición permanente.
Por otro lado, Michael McConnell, copresidente del panel de supervisión, subrayó en una entrevista el 9 de mayo al programa Fox News Sunday que las reglas de la red social están en «ruinas» y necesitan ser arregladas.
Otras empresas de redes sociales también han hecho excepciones a la hora de regular los mensajes de los líderes mundiales. Durante años, Twitter dio un margen extra a los políticos que infringían sus normas, permitiendo que sus publicaciones permanecieran en su plataforma por la misma razón, la información era de interés público.
En 2019, Twitter anunció que seguiría permitiendo a los líderes mundiales publicar mensajes inapropiados o abusivos, pero los ocultaría detrás de una etiqueta de advertencia. El año pasado comenzó a aplicar sus reglas con más dureza, eliminando varios tuits de líderes mundiales como el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por difundir información errónea sobre el coronavirus.