Sánchez, ninguneado por Biden: Kenia, Letonia o Abu Dabi, por encima de España en su lista de prioridades
Hasta más de una veintena de países, con sus respectivos líderes, interesan a Estados Unidos mucho más en estos momentos
Hasta más de una veintena de países, con sus respectivos líderes, interesan a Estados Unidos mucho más en estos momentos
El breve careo entre Pedro Sánchez y Joe Biden en Bruselas no ha pasado desapercibido este lunes. Lo llamativo no ha sido que se haya producido el encuentro entre el presidente español y el estadounidense (que también), sino su escasa duración: entre 20 y 45 segundos, ni siquiera un minuto, en una conversación que, a tenor de las imágenes, incluso parece más ‘robada’ que programada de facto. Habrá comidilla para rato, aunque la irrelevancia de España en la agenda del país más importante del mundo no puede tildarse de sorprendente.
Desde que se convirtió en el nuevo líder del país más importante del mundo allá por enero de este 2021, Biden no ha prestado ningún tipo de atención a Sánchez. Ni (apenas) de forma presencial ni tampoco por la vía telefónica o telemática. Un contacto que sí ha existido en hasta más de una veintena de casos.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, adelantan a Sánchez en importancia, en lo que a Estados Unidos respecta, sin paliativos. También se puede decir lo mismo del premier irlandés, Micheál Martin, y del japonés, Yoshihide Suga. Al igual que del príncipe heredero de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed. El presidente coreano, Moon Jae-in (precisamente de visita de Estado en España desde este martes), es otro contacto más prioritario que el actual ocupante de La Moncloa.
Biden tampoco ha dejado de atender al primer ministro de La India, Narendra Modi, al ya expresidente israelí, Benjamin Netanyahu, y al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. Otros tantos países de Oriente Medio han importado al hombre más poderoso del mundo todo lo que no lo ha hecho el nuestro: Irak (el primer ministro Al-Kadhimi), Arabia Saudí (el rey Salman bin Abdulaziz al-Saud), Jordania (el rey Abdullah II), Afganistán (el presidente Ashraf Ghani) y Egipto (el presidente Abdel Fattah Al Sisi).
Su actividad también ha llevado a Biden a contactar con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei Falla, y hasta con el de Kenia, Uhuru Kenyatta. Por no hablar de sus incursiones europeas, que vuelven a recalcar lo abajo que está España en su lista de prioridades: ha hablado varias veces con Emmanuel Macron (Francia), Boris Johnson (Reino Unido), Angela Merkel (Alemania) y Vladimir Putin (Rusia) e incluso ha contactado antes con Grecia (el primer ministro Kyriakos Mitsotakis) y Ucrania (el presidente Volodymyr Zelenskyy) que con España.
La gira europea de Biden realza la irrelevancia de Sánchez
La presencia de Biden en tierras europeas desde el pasado 10 de junio ha acabado por ratificar, si no estaba ya suficientemente claro, que Sánchez no le preocupa demasiado. En este caso, los líderes del Viejo Continente a los que el presidente norteamericano ha prestado mucha más atención que al jefe del Ejecutivo español vuelven a ser multitud.
Tanto Boris Johnson como la reina de Inglaterra, Isabel II, mantuvieron encuentros con Biden en Reino Unido. Para nada de una duración de tan sólo unos segundos, sino de mucho tiempo más. Lo mismo se puede decir de los líderes del G7 (hay que sumar al italiano Mario Draghi a otros políticos ya citados antes), junto a los responsables de la Unión Europea, Ursula von der Leyen y Charles Michel.
Aún hay más. Biden mantuvo un encuentro bilateral con Macron en Cornualles, donde se celebró esa reunión del G7 y se anunció que Angela Merkel será recibida en la Casa Blanca el próximo 15 de julio. Ya este lunes, le ha dedicado bastante tiempo más que a Sánchez a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. Y ha hecho lo propio con los presidentes de Estonia, Letonia y Lituania.
Así pues, los escasos segundos que han departido Biden y Sánchez no parecen precisamente motivo de orgullo. No cuando queda comprobado que hay más de 20 líderes mundiales, por lo menos, con los que a Estados Unidos le interesa estrechar los lazos mucho más que con el presidente español.