Sudamérica experimentó en 2020 el segundo mayor deterioro por regiones en sus niveles de paz global —tras Norteamérica—, con Venezuela como el país «menos pacífico» de la zona y uno de los más peligrosos del mundo, según el informe del Instituto de Economía y Paz, divulgado este jueves.
Por qué es importante: el documento anual, que evalúa 163 estados y territorios y abarca el 99,7% de la población mundial, revela que el nivel medio de paz decreció en 2020 en un 0,9% en la región al haber encontrado que seis países sudamericanos registraron deterioros frente a cuatro. Ninguno de ellos figura entre los países 50 más pacíficos del mundo y este deterioro en esa área ha estado impulsado por un incremento de manifestaciones violentas y el empeoramiento de las relaciones entre países de la región, según el fundador del instituto, Steve Killelea.
Pese a que Uruguay es el más pacífico de Sudamérica, registró el mayor deterioro de paz de toda la región y su marcador se resintió —en un 6,8%— por el aumento de la inestabilidad política, crimen violento y manifestaciones violentas. Antes de la pandemia[contexto id=»460724″], los sindicatos uruguayos anunciaron que resistirían las reformas laborales y económicas del nuevo Gobierno de Lacalle, lo que derivó en huelgas y manifestaciones.
Argentina, en cambio, registró «el mayor incremento de paz de la región» y se sitúa en segundo lugar —y 68 del mundo—, explica Killelea. Según él, la situación argentina «mejoró gracias a mejoras detectadas en el impacto del terrorismo, una caída en el nivel de terror policial, un aumento de la sensación de seguridad ciudadana y una bajada en la inestabilidad política».
En cambio, Venezuela es el menos pacífico de la zona y uno de los menos pacíficos a nivel global, en el puesto 152, pues el pasado año aumentó el terrorismo político, principal causante de este hecho. Como factores detrás de la situación del país se citan la propagación de las violaciones de derechos civiles y políticos y los altos niveles de corrupción y represión del Gobierno. Sin embargo, sí registró mejoras en su tasa de homicidios y hubo una bajada en el número de muertes a consecuencia del conflicto interno.
Brasil, en la posición 128, detectó el mayor miedo a la violencia con un 83% de sus ciudadanos muy preocupados por la posibilidad de ser víctimas de un crimen violento. Mientras que muchos países de América Latina experimentaron una gran caída en los homicidios y crímenes violentos cometidos en la calle, los confinamientos en Brasil no tuvieron ningún impacto.
En otra de las regiones, Centroamérica y el Caribe, la paz decreció ligeramente en 2020 —con un deterioro en su marcador del 0,75%— y nueve de los 12 países de la región empeoraron en este plano. Tan solo Nicaragua, Haití y Guatemala registraron mejoras, mientras que Honduras experimentó el mayor deterioro en general a escala regional y el tercero más grande del mundo. Costa Rica, por su parte, continúa siendo el más pacífico, «si bien se notó un creciente impacto del terrorismo y un mayor gasto militar», apunta Killelea.
En cambio, «México (140) es el país menos pacífico en esta región, principalmente por sus altos niveles en crímenes organizados con la novena tasa más elevada de homicidios del mundo». Pese a que la violencia interpersonal bajó debido a la pandemia, el nivel de violencia en el país sigue siendo extremadamente elevado, y las cinco ciudades con la mayor tasa de homicidios del mundo se encuentran en ese país.