El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha defendido este jueves que el Gobierno conceda los indultos a los líderes independentistas en prisión si ello contribuye a que la situación política se «normalice», puesto que se trata de una herramienta amparada por el «Estado de derecho».
Lo más importante: «Si esto (la concesión de los indultos) acaba en que las cosas se normalicen, bienvenido sea», ha señalado Garamendi en una entrevista a La2 y Radio 4, en la que ha pedido «tranquilidad, confianza y estabilidad» para que la economía funcione.
El presidente de la CEOE ha recordado de esta forma que, pese a las «muchas opiniones» a favor y en contra, los indultos son «una facultad del Gobierno» amparada por el «Estado de derecho» el cual, ha recalcado, «funciona» correctamente en España.
Aunque «en el mundo de la empresa catalana lo ven desde un punto de vista y en otros puntos de España se ve desde otros», ha abogado por «mantener un equilibrio» y que el Ejecutivo de Pedro Sánchez conceda esta medida de gracia a los dirigentes del procés[contexto id=»381726″] si ello contribuye a recuperar la normalidad política.
«La clave de la normalidad es la estabilidad y la estabilidad política posiblemente es la más importante para que luego el mundo real, el del día a día, funcione de forma adecuada», ha remarcado.
Garamendi también ha valorado de forma positiva el encuentro entre el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el rey, a quien evitó recibir si bien luego mantuvo una conversación con él. «La foto es buena. Todo lo que sea un acercamiento, la palabra diálogo, es bueno. En cambio, las posiciones maximalistas, más radicales, no son buenas ni deben de estar», ha señalado antes de agregar que «todo lo que sea ir caminando, especialmente juntos, será bueno».
El dirigente empresarial también ha lamentado el impacto que ha tenido el procés sobre la economía catalana y ha recordado «con tristeza» que si esta comunidad representaba antes de octubre de 2017 el 21% del PIB español, ahora supone solo el 19%. «Estas son las consecuencias. Esa convulsión no fue buena para Cataluña, no es el medio ni el método y por tanto espero que no se repita», ha zanjado.