Los talibanes han salido a las calles este martes para celebrar con disparos al aire la retirada de los estadounidenses de Afganistán después de dos décadas. La celebración ha llegado después de tomar el control del aeropuerto internacional de Kabul tras la salida antes de la medianoche de los últimos soldados estadounidenses.
Lo más importante: Kabul y la mayoría de las principales ciudades afganas han sido testigos de masivos disparos al aire de celebración, que se han prolongado casi una hora. Los intensos disparos han creado escenas de pánico entre la población, pero el principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, había avisado en Twitter que la gente no tenía nada que temer.
Fuerzas especiales de los talibanes, de la conocida como unidad 313 Badri, han entrado en el aeropuerto de Kabul una hora después de que el último avión estadounidense abandonase la zona militar del aeródromo, tomando el control total por primera vez de la última base de Estados Unidos tras 20 años de conflicto.
La retirada completa de las fuerzas extranjeras de Afganistán había sido la principal demanda de los talibanes y la condición previa en todas las negociaciones con Estados Unidos para avanzar en el proceso de paz y poner fin a dos décadas de conflicto.
El encargado de hacer el histórico anuncio de la retirada ha sido el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos (Centcom), que supervisa las operaciones de las tropas en el Cuerno de África, Oriente Medio y Asia Central. «Estoy aquí para anunciar la culminación de nuestra retirada de Afganistán y el fin de la misión para evacuar a ciudadanos estadounidenses, nacionales de terceros países y afganos vulnerables», ha dicho el general en una rueda de prensa en el Pentágono.
El último avión militar estadounidense, un C-17, despegó del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul este lunes a las 15:29 horas de la costa este estadounidense. Entre sus pasajeros estaba el embajador de Estados Unidos en funciones, Ross Wilson.
Ahora se espera que la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN permita a los talibanes acelerar las conversaciones para la formación de un nuevo gobierno en el país, que será regido por la sharía o ley islámica.
El fin de casi 20 años de guerra, tras la ocupación del país seguida de los atentados del 11-S de 2001 en Estados Unidos, comenzó a fraguarse con el histórico acuerdo de febrero de 2020 en Doha, en el que la Administración estadounidense pactó con los talibanes la retirada de las tropas en 14 meses, a cambio de que los insurgentes cortaran sus vínculos con grupos terroristas, en especial Al Qaeda.
La nueva Administración de Estados Unidos retrasó unos meses la retirada final, que vino acompañada en mayo de una fuerte ofensiva de los talibanes que culminó el pasado 15 de agosto con la toma de Kabul, derrocando al anterior Gobierno afgano. La victoria fue culminada ahora con la salida del último soldado estadounidense de Afganistán.