Estados Unidos conmemora este sábado el 20 aniversario de los peores atentados de su historia, que dejaron casi 3.000 muertos el 11 de septiembre de 2001, todavía conmocionado por un hecho que cambió en muchos sentidos el curso de la historia no solo en el país sino en el mundo entero.
Lo más importante: los actos en la Zona Cero, que han comenzado con un minuto de silencio a las 08:46 horas, la hora en que el primero de los cuatro aviones secuestrados por 19 terroristas islamistas impactó el World Trade Center, han tenido como protagonistas a los familiares de las víctimas.
Después del minuto de silencio, Mike Low, padre de una de las azafatas que volaba en el primer avión que impactó contra las torres, ha pronunciado un corto discurso que ha marcado el inicio de la lectura de los nombres de las víctimas.
«Mientras recitamos los nombres de los que perdimos, nuestra memoria vuelve a ese terrible día, cuando sentimos que un espectro malvado había descendido sobre el mundo, pero también fue un momento en el que mucha gente actuó más allá de lo ordinario», ha dicho Low.
La ceremonia ha comenzado con el desfile de representantes de los servicios de emergencia portando una bandera estadounidense, tras lo que el Young People’s Chorus de Nueva York ha entonado el himno nacional. A ella ha acudido el presidente del país, Joe Biden, junto con su esposa, Jill Biden, y sus predecesores en el cargo Bill Clinton y Barack Obama.
Biden ha preferido no hacer declaraciones a los medios en los actos de este sábado, por lo que ha publicado un vídeo en sus redes sociales horas antes en el que ha pedido «unidad» a los estadounidenses.
Pese a que cientos de familiares estaban presentes en la ceremonia, algunos de los allegados de las víctimas no han podido acceder al acto, en el que había fuertes medidas de seguridad. Junto a ellos, cientos de personas más se han acumulado en los aledaños del memorial del 11S, muchas de ellas con rosas rojas y banderas estadounidenses en señal de respeto a las víctimas.
Las fuerzas del orden han desplegado importantes medidas de seguridad, con la presencia por toda la Gran Manzana de miles de agentes y unidades de detección de bombas, mientras que los accesos a las bocas de metro cercanas a la Zona Cero estaban tomadas por policías armados.