Corea del Norte ha disparado un «proyectil no identificado» al mar frente a su costa oriental, según ha indicado el Ejército surcoreano, mientras el representante de Pyongyang en la ONU ha defendido su derecho a desarrollar armamento.
En contexto: este lanzamiento es el último episodio de una serie de mensajes cruzados entre las dos Coreas, que por un lado impulsan su carrera militar y por otro abren la puerta y evocan un posible diálogo. Apenas una hora después de notificarse el disparo, el embajador de Corea del Norte defendió en la Asamblea General de Naciones Unidas el derecho de su país a probar su tecnología de defensa.
El Estado Mayor de Corea del Sur ha indicado que el dispositivo fue disparado desde la provincia norteña de Jagang, mientras que un portavoz del ministro japonés de Defensa afirmó bajo anonimato que el proyectil «parecía ser un misil balístico».
«Nadie puede negar el derecho a la autodefensa de la República Popular de Corea para desarrollar, probar, fabricar y poseer los sistemas de armas equivalentes a los que ellos poseen o están desarrollando», ha dicho por us parte el embajador norcoreano Kim Song en Nueva York. «Solo estamos construyendo nuestra defensa nacional para salvaguardar de manera confiable la seguridad y la paz del país«.
Sin embargo, Washington «condena» el aparente lanzamiento de un misil e insta a Pyongyang a entablar un diálogo. «Estados Unidos condena el lanzamiento de misiles de la RPDC», ha indicado el Departamento de Estado en un comunicado, refiriéndose a la República Popular Democrática de Corea.
«Este lanzamiento viola múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y supone una amenaza para los vecinos de la RPDC y la comunidad internacional. Seguimos comprometidos con una aproximación diplomática a la RPDC y la llamamos a dialogar».
Sujeto a numerosas sanciones internacionales por su programa de armamento nuclear, el Norte ha realizado varios ensayos balísticos este mes, incluidos misiles de crucero de largo alcance.
Por su parte, el Sur anunció también este mes que había probado con éxito por primera vez unos misiles lanzados desde un submarino, una avanzada tecnología disponible solo para unos pocos países. Este martes Corea del Sur lanzó su tercer misil desde un submarino, en una nueva señal de cómo invierte miles de millones de dólares en fortalecer su capacidad militar.
Tras una reunión de emergencia, el comité de seguridad nacional de Seúl lanzó un comunicado este martes lamentando «el lanzamiento en un momento muy crítico en la estabilidad política de la península de Corea».
Propuestas de diálogo
Pero, junto a esta escalada, surgen señales de distensión. Dos días atrás, Kim Yo Jong, hermana y asesora muy influyente del líder norcoreano Kim Jong Un, evocó la posibilidad de una cumbre intercoreana, solo si se garantiza el «respeto mutuo» y la «imparcialidad». También criticó la «doble moral» de Corea del Sur y Estados Unidos, que denuncian los ensayos norcoreanos mientras ellos desarrollan sus propias capacidades militares.
El presidente surcoreano Moon Jae-in, al que le quedan pocos meses en el cargo, había reiterado previamente ante la Asamblea General de la ONU sus llamamientos a poner fin oficialmente a la guerra de Corea (1950-1953).
El conflicto en esa península del noreste asiático terminó con una tregua, pero nunca llegó a firmarse un tratado de paz, por lo que ambos países siguen técnicamente en guerra desde entonces.
Las comunicaciones entre ambas Coreas se han cortado en gran medida después de una segunda cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte, en Hanói, que fracasó en febrero de 2019, ya que el entonces presidente Donald Trump y Kim Jong Un no pudieron acordar los términos de un acuerdo.