Los talibanes distribuirán 66.000 toneladas de trigo para ayudar a las familias más desfavorecidas en Afganistán, como parte de un programa de alimentos que han lanzado este domingo para reducir el hambre y la pobreza en el país. «Hoy inauguramos un programa para prevenir la pobreza, el hambre y la crisis alimentaria en el país», ha anunciado el ministro de Agricultura y Ganadería, Abdul Rahman Rashed, en una conferencia de prensa en Kabul.
El programa se implementará primero en la capital afgana para poco a poco expandirse hacia las 33 provincias restantes y solo en Kabul «se crearán puestos de trabajo temporales para 40.000 personas», ha añadido Rasheed.
Los beneficiarios de este programa serán contratados por las autoridades para trabajar en proyectos de desarrollo, de reserva y distribución de riego y agua potable, ha explicado el viceministro de Energía y Agua, Mujiburahman Omar, durante la conferencia de prensa, y al final de la jornada recibirán una cantidad de trigo para alimentar a sus familias.
Del total de trigo, «11.600 toneladas se distribuirán a través del programa de alimentos en Kabul» y el resto se reservará para el resto del país.
Afganistán se hunde en una profunda crisis económica y humanitaria con la llegada de los talibanes, donde la mitad de la población, el equivalente 18 millones de personas, precisan de asistencia humanitaria en el país, según Naciones Unidas. La crisis humanitaria afgana se agravó con la pandemia de la COVID-19[contexto id=»460724″] y los problemas de sequía, a lo que se han sumado recientemente el recorte de activos por parte de Estados Unidos y la suspensión de los fondos internacionales tras la llegada al poder de los talibanes el pasado 15 de agosto.
En este sentido, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), indicó en un informe que Afganistán se encuentra al borde de los índices de pobreza universal: el 97% de la población corre el riesgo hundirse en la pobreza para el año 2022 a menos que se tomen medidas urgentes.