Las «desproporcionadas» sanciones sobre la pesca reabren la crisis post Brexit entre París y Londres
Londres y París son el escenario del último episodio de la guerra post Brexit y la pesca vuelve a ser la causa. El Gobierno francés ha publicado una lista de sanciones para Reino Unido si no se aprueban las licencias de pesca, una de las principales disputas desde que finalizara el periodo de salida de la Unión Europea. Las medidas podrían incluir la prohibición de que los buques británicos puedan desembarcar en seis puertos franceses y un fortalecimiento de los controles aduaneros y de seguridad de los productos que pasen al continente.
El portavoz del Gobierno de Francia, Gabriel Attal, ha advertido a Londres de que la paciencia de su país «tiene limites». Attal ha exigido al Gobierno de Boris Johnson que cumpla el acuerdo alcanzado en 2020, por el que los pescadores europeos pueden operar en aguas británicas siempre que puedan demostrar que anteriormente ejercían allí su actividad. El Ejecutivo ha incluido entre las posibles sanciones los «controles de camiones que se dirijan y procedan de Reino Unido» independientemente de la carga que transporten, algo que podría empeorar la crisis que vive el país británico, donde los supermercados han llegados a colocar fotografías de los productos para cubrir el vacío de las estanterías fruto del desabastecimiento que vive el país.
La disputa por las licencias de pesca entre los países se ha producido tras el Brexit, donde ha sido uno de los principales puntos de choque entre el Gobierno de Johnson y el comunitario. Durante las negociaciones, Londres complicó el alcanzar un acuerdo al rechazar las propuestas europeas en esta materia (las negociaciones llegaron a detenerse ante el poco avance entre ambas posturas). En la actualidad, el problema nace el mes pasado, cuando Reino Unido negó decenas de permisos a pesqueros franceses para operar en sus aguas territoriales, ante lo que se han sucedido las protestas de París. En este sentido, el Gobierno de Francia ha afirmado que casi la mitad de las solicitudes presentadas por los pescadores franceses aún no han sido aceptadas pese al haber presentado todos los documentos solicitados por las autoridades británicas para corroborar que se cumple con los acuerdos del Brexit.
Reino Unido, «decepcionado» ante las declaraciones de Francia
Reino Unido ha defendido su decisión. El ministro para el Brexit, David Frost, ha avanzado que Reino Unido planteará sus preocupaciones tanto a la Unión Europea como al Gobierno francés, argumentando que ha concedido el 98% de las solicitudes de licencia de los barcos europeos. Según Londres, las rechazadas no cumplían con el acuerdo al no tener un historial de pesca en aguas británicas.
Londres ha respondido a lo que ha calificado como «amenazas». Frost ha publicado un mensaje en el que sostiene que su Administración se siente «decepcionada» ante las «desproporcionadas» sanciones. Frost ha avisado que si se aplican, serán «objeto de una respuesta adecuada y calibrada», por lo que ha reclamado una «aclaración urgente» por parte de París y ha exigido al Ejecutivo francés un anuncio «formal» al respecto.