Íñigo Errejón ha exigido a Mónica García, la lideresa de Más Madrid, y a Tania Sánchez más visibilidad y presencia a nivel político para no quedar desdibujado en la fase de construcción de la plataforma de Yolanda Díaz. El núcleo madrileño de Más Madrid se mantiene al margen de Más País, que Errejón intenta fortificar a nivel nacional. Pero a nivel de equipos, los madrileños tienen más recursos y fuerza, y Errejón ha exigido no ser eclipsado por sus compañeras.
Fuentes conocedoras de esta petición desvelan a THE OBJECTIVE que la relación interna en Más País y su matriz, Más Madrid, es tan complicada como la que se vive en Unidas Podemos. «Íñigo está muy enfadado con las chicas, Mónica, Tania, Oltra y Rita Maestre, aunque Rita es un peón menor. Dice que no tiene espacio», explican fuentes conocedoras de la situación interna en el partido.
El enfado de Errejón aumenta a la vez que el «proyecto» en el que trabaja Yolanda Díaz avanza, aunque las fuentes consultadas admiten que Podemos, es decir, Irene Montero y Ione Belarra, están muy alejadas de Díaz.
El dardo de Garzón
El pasado viernes, Alberto Garzón dijo en RTVE que su partido quiere apostar por Díaz y emplazó a los de Errejón a acabar con las divisiones en la izquierda: «El proyecto de Íñigo Errejón y los compañeros de Más País debería ser parte del proyecto de Yolanda Díaz. Nadie perdonaría que en las generales de 2023 fuéramos divididos», afirmó el dirigente y ministro de Consumo.
Estas frases, sin embargo, han sido interpretadas más bien como un aviso a navegantes. «Suena más a aislamiento», reconocen fuentes de Unidas Podemos, para «situar a Íñigo a la defensiva», comentan. La táctica es parecida a la que empleó Iglesias en las semanas duras de enero de 2019. Entonces Iglesias ofreció su mano para que la rechazara Errejón, y todo apunta a que Díaz también esté pensando en ello. «Que rechace la unidad o la rompa», resumen las fuentes consultadas.
Hoy en Bruselas con el Partido Verde Europeo, debatiendo sobre transición ecológica, semana laboral de 4 días y salud mental. Justicia social y climática son parte del mismo reto: hacer posible el futuro para las próximas décadas. pic.twitter.com/TNem8jvjjO
— Íñigo Errejón (@ierrejon) October 25, 2021
«Íñigo no quiere renunciar a tener su chiringuito», comentan desde la coalición de Unidas Podemos. En la delicada fase de edificación de la plataforma de Díaz, Errejón se mueve sin demasiada prisa. El día de la presentación de su libro advirtió a Díaz, sugiriéndole que dejara de pensar en listas electorales y se centrara en la actividad del Ejecutivo.
Díaz, sin embargo, tiene sobre su mesa nombres y posibles listas electorales con las que pretende sustituir por la vía de los hechos a Podemos. Y en ese planteamiento, la dirigente gallega no excluye contar con Errejón, pero a pacto de que se despoje de sus ambiciones de tener un equipo propio y autonomía política.
Errejón y los verdes europeos
Errejón, sin embargo, de momento no quiere ceder. Busca sellar alianzas que frenen la irrupción de Díaz, o por lo menos que le permitan llegar a la mesa de negociación en posición de fuerza. El partido valenciano Compromís está dividido: Joan Baldoví se alinea a Errejón, mientras que Mónica Oltra se decanta por Díaz. Los catalanes de Ada Colau están en mayoría a favor de Díaz, aunque Errejón insiste en buscar apoyos en el sector de Joan Josep Nuet. En Aragón, el político madrileño acaba de firmar una alianza con la Chunta, y en Andalucía se acerca al partido andalucista.
El pasado miércoles, Errejón viajó a Bruselas para hablar en persona con los dirigentes de los Verdes europeos. Errejón lleva meses seduciendo al partido verde. Viajó con Inés Sabanés, exconcejal de Manuela Carmena muy criticada por Podemos. Sin embargo, según las fuentes consultadas, el viaje no fue del todo exitoso. Los verdes europeos tienen como referencia en España a Ernest Urtasun, quien desde Bruselas también maniobra para no perder el papel de enlace entre los Comunes y los ecologistas.
En este archipiélago de siglas e intereses, Díaz quiere que Errejón decida cuanto antes si acepta pasar bajo su influencia. Fuentes cercanas a la ministra de Trabajo aseguran que, en realidad, Díaz «no quiere saber nada» de Errejón. Pero otros sectores sostienen que la dirigente gallega estaría dispuesta a ofrecerle un puesto de salida en una lista electoral, pero solo a cambio de que renuncie a tener un equipo propio.
De momento, Errejón se niega, e insiste en no darse por vencido en los equilibrios internos de Más País. Su prioridad es por ahora ganar espacio y afianzar su liderazgo. Pero tanto Mónica García como Tania Sánchez se oponen. Este enfrentamiento viene de lejos, incluso antes de las elecciones madrileñas del 4 de mayo, pero la situación sigue enquistada y la entrada en escena de Yolanda Díaz ha aislado aún más a Errejón.
