El Departamento de Interior condecoró a un agente de los Mossos d’Esquadra que, en las semanas previas al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y durante la misma jornada, colaboró de forma secreta con la Guardia Civil para informarles del operativo que la policía autonómica tenía preparado para frenar la votación.
El motivo de la medalla, entregada durante el Día de los Esquadres, es haber sido uno de los seis agentes en Lleida que durante las protestas por la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas fueron cercados con su vehículo por algunos de los manifestantes. Sin embargo, aunque la razón sobre la condecoración no suele hacerse pública en todos los casos, esta vez ha trascendido por el malestar que ha generado entre algunos cuadros del cuerpo autonómico que el agente que consideran «topo» fuera premiado. De acuerdo a la información avanzada por El Món y confirmada por THE OBJECTIVE, fue en 2019 cuando la Comisaría Superior de Coordinación Territorial de los Mossos d’Esquadra acordó concederle esta medalla al mérito policial.
Según explican desde Interior a instancias de THE OBJECTIVE, «se lo encontraron hecho». Fue el anterior titular de la consejería, Miquel Sàmper, quien firmó dicha concesión, y reiteran que «en ningún caso la medalla se concedió por su papel en el 1-O». En el acto se otorgaron 238 medallas, nueve placas conmemorativas a mossos y otros cuerpos policiales y miembros de la judicatura, del ejército o de la sociedad civil por actuaciones meritorias.
Recurso del agente
Su medalla al mérito ha llegado después de que el propio agente interpusiera un recurso ante la dirección general de los Mossos d’Esquadra por haber sido el único de los seis mossos en Lleida sin ser condecorado. De acuerdo con la Consellería de Interior, fue por un error burocrático («error de picaje», explican) con su número de identificación que quedó fuera de la recepción de la medalla.
Poco después de la restitución de Josep Lluis Trapero al frente de los Mossos, el agente presentó este recurso y desde el propio cuerpo policial, que es quien propone al Govern las condecoraciones, se decidió distinguir con este galardón. «Es un acto anterior que ha quedado resuelto en 2021», añaden desde Interior. Con todo, la demora en condecorarle también ha alentado las teorías de que el Ejecutivo catalán intentó frenar dicha condecoración por su actuación en el 1-O.
Testigo de la fiscalía
El agente, que forma parte del Área Regional de Recursos Operativos de Lleida, colaboró también con la fiscalía como testigo protegido en un juicio en el juzgado número 4 de la localidad contra distintos comandantes regionales y locales del cuerpo por sedición, desobediencia y falsificación de documentos, entre otros delitos.
Durante el juicio al mayor Trapero y el resto de la cúpula policial catalana en la Audiencia Nacional, algunos altos mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil también describieron esta colaboración de agentes de la policía autonómica para que les llegara la información del dispositivo de los Mossos para aquella jornada. Cabe recordar que en esas fechas el mayor Trapero cortó las relaciones con sus homólogos del Instituto Armado y la Policía Nacional e incluso se ausentó de algunas de las reuniones para coordinar operativos. En esa situación, fue clave el papel de aquellos agentes que decidieron colaborar con la justicia y el resto de cuerpos y seguridad del Estado.
Ahora, sin embargo, algunas de las corrientes más nacionalistas dentro de los Mossos les cuesta asimilar que Interior condecore a quienes consideran «topos» por haberse coordinado con la Guardia Civil y la Policía durante el 1-O.
