La ultraderecha europea se cita en Madrid para asistir al «último» homenaje a Primo de Rivera
Cedida por La Falange
«Viaje nacionalista a España del 19 al 21 de noviembre. Inscripción obligatoria», reza el cartel que el 18 de octubre subió a Twitter Yvan Benedetti, líder de Los Nacionalistas, un partido de ultraderecha francés. El mensaje incluye un número de teléfono y el programa de la visita. El propio Benedetti ha anunciado que estará al frente del grupo, que acudirá a Madrid para conmemorar el 85 aniversario del asesinato de José Antonio Primo de Rivera. Los galos no serán los únicos: también viajarán importantes legaciones de italianos, rumanos y polacos. Temen que esta sea su última oportunidad para homenajear al fundador de Falange Española en el Valle de los Caídos. El Gobierno pretende exhumar sus restos en los próximos meses.
El viaje incluye reuniones entre las distintas delegaciones extranjeras para poner en común su ideario, aunque la «actividad principal» es participar en la Marcha de la corona, la caminata que organiza La Falange desde los años cuarenta en cada aniversario de la muerte del ideólogo del fascismo español. El paseo comienza a escasos metros de la Audiencia Nacional, en la calle de Génova, donde estuvo ubicada la casa de Primo de Rivera, pasa por el Arco de Moncloa y acaba en Cuelgamuros con una ofrenda floral. Cientos de nostálgicos ataviados con camisa azul peregrinan durante toda la noche a pie por la vía de servicio de la A-6, la carretera de A Coruña. Este año, la marcha comienza a las 21.30 del viernes 19 de noviembre. Las particularidades que la rodean han levantado una expectación mayor a la habitual.
La legación francesa, la que más personas aporta anualmente a la marcha, no ofrece datos del número de registrados para una visita que cada viajero paga de su bolsillo. «Cada uno decide cómo llega, si en tren, coche o avión. Luego nos reunimos en Madrid», explica Benedetti, que será candidato a las elecciones presidenciales de Francia. La primera vuelta tendrá lugar el 10 de abril, pero la formación tiene exiguas posibilidades de pasar a la segunda ronda. El antiguo colaborador de Le Pen en Frente Nacional sostiene que cada año acuden al evento una decena de personas, un número que en esta edición podría doblarse ante el temor de que sea el último en el que se pueda desarrollar el peregrinaje. «El 20-N, como el homenaje a Juana de Arco en Francia o el de Corneliu Codreanu en Rumanía, sirve a los nacionalistas de todo el continente para reafirmar que la Europa de las patrias está viva y que siempre lucharemos para defender nuestra tierra y nuestra memoria», reconoce Benedetti.
Je serai à la tête de la délégation française en Espagne pour célébrer le 20 Novembre et rendre hommage à Jose-Antonio Primo de Rivera. Avec cette année un rassemblement européen en soutien à Fiore et Castellino.
Rejoignez-nous! pic.twitter.com/hcQqkex6Ra— YVAN BENEDETTI (@Yvan_Benedetti) October 18, 2021
«Es un acto tradicional. Cada año vienen decenas de extranjeros: italianos, alemanes, rusos y rumanos, pero, sobre todo, franceses. No será un acto multitudinario, pero es cierto que esta vez esperamos más gente porque, si sacan a José Antonio, será la última marcha al Valle de las Caídos», explica Sergio Reguilón, portavoz de La Falange. El dictador Francisco Franco fue exhumado en octubre de 2019 y todo apunta a que el turno de Primo de Rivera se aproxima, aunque los casos son «muy distintos», indican fuentes del Gobierno. A pesar de que un comité de expertos recomendó trasladarlo hace una década, los restos del fundador de La Falange siguen enterrados a los pies del altar mayor de la basílica.
Una situación que pretende cambiar la Ley de Memoria Democrática, que se encuentra en plena tramitación parlamentaria y que amplía la norma aprobada por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero en 2007. Una de las claves del nuevo texto es la resignificación del mausoleo. Eso implica la reubicación de cualquier resto mortal que ocupe un lugar «preeminente» de Cuelgamuros, como es el caso de Primo de Rivera. El Gobierno ya ha mantenido contactos con su familia, que no se opone al traslado, por lo que el proceso les supondrá menos quebraderos de cabeza que la exhumación de Franco, cuyos descendientes llegaron a judicializar el caso. Fuentes gubernamentales precisan que han ofrecido a los allegados del líder falangista la posibilidad de enterrarlo en las criptas donde yacen miles de represaliados o de llevárselo a otra ubicación.
«Mientras muchas personas de toda Europa vienen a homenajear a dictadores a pie de sepultura, las víctimas de esos dictadores no pueden hacer lo mismo con sus seres queridos», afirma Eduardo Ranz, abogado de un grupo de familiares que intentan recuperar sus restos del Valle de los Caídos. Aquí siguen enterradas unas 34.000 víctimas de la Guerra Civil y la represión, la mayoría de ellas pertenecientes a las filas republicanas. «Desde que murió Franco hasta hoy, la narrativa del monumento no ha cambiado. Lo que representa es perfectamente compatible con la marcha. Y eso que existe una ley que prohíbe la exaltación en el Valle de los Caídos», indica Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
Reguilón, portavoz de La Falange, sostiene que la Marcha de la corona es un acto pacífico y organizado en la que los participantes van acompañados de la Guardia Civil porque «informamos a la Delegación del Gobierno». Fuentes de este departamento explican a THE OBJECTIVE que, en España, el derecho a manifestarse está reconocido y regulado y que no se puede prohibir de forma preventiva. «La delegación no autoriza, toma conocimiento. Los organizadores deben explicar quiénes son, el recorrido y las personas que van a participar». No se pronuncian sobre los actos previstos, ya que aún no ha llegado comunicación oficial. Las actividades promovidas por formaciones ultraderechistas suelen ser muy habituales. En las últimas semanas se han celebrado varias en la capital sin que se registraran incidentes, remarca un portavoz gubernamental. Para las que comienzan el día 19, el movimiento antifascista advierte: «Les estamos esperando».
