El Comité para la prevención de la tortura (CPT) del Consejo de Europa ha solicitado este martes al Gobierno español que «investigue con determinación» tras conocerse testimonios de «malos tratos», llegando en algunas ocasiones a la «tortura», infligidos a detenidos en distintas cárceles españolas.
Un informe tras una visita de dos semanas
En el informe publicado tras una visita a España que duró dos semanas, en septiembre de 2020, el Comité destaca «alegaciones de malos tratos físicos por parte de funcionarios de prisiones«, sobre todo puñetazos, patadas y (golpes con) porras, que provocaron lesiones que fueron registradas en las fichas médicas de los detenidos.
También informa de «reiterados golpes con porras en las plantas de los pies» infligidos a los presos, «un método de tortura conocido por el nombre de falaka«. Por lo tanto, el Comité solicita a las autoridades españolas que refuercen la formación de su personal, sobre todo en «técnicas de inmovilización, retención y apaciguamiento».
«Forzar a los sospechosos a confesar»
El CPT recoge también testimonios de otros malos tratos, practicados por agentes de la Policía Nacional con el objetivo de «forzar a los sospechosos a brindar información o confesar sobre delitos concretos en particular». El Comité insiste en cuanto a «controlar y capacitar a la policía de manera adecuada».
Además, el CPT estudió las condiciones de vida de los pacientes en los hospitales psiquiátricos penitenciarios. Criticando sobre todo la práctica de la puesta en «aislamiento prolongado durante periodos de hasta cuatro meses» sin «un control judicial adecuado».
En un centro de detención para menores, el CPT constató el uso de la inmovilización de menores, por lo que solicita a las autoridades españolas que supriman esta práctica a nivel nacional.
En su respuesta a las constataciones hechas por el CPT, Madrid se ha comprometido a entablar un «diálogo constructivo y serio» sobre los malos tratos, y ha anunciado que está tomando «medidas» contra la inmovilización de menores.