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Guardias civiles y policías protestarán «por separado» contra la reforma de la Ley Mordaza de Marlaska

Guardias civiles y policías protestarán «por separado» contra la reforma de la Ley Mordaza de Marlaska

Unidos por la misma causa, pero al mismo tiempo, separados. Miles de guardias civiles y policías se manifestarán en las próximas semanas contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, denominada también ‘Ley Mordaza’, que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobará previsiblemente a finales de este año. Sin embargo, los agentes protestarán en la calle en días distintos y convocados por distintas organizaciones. 

Tras la ausencia de compromiso por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de frenar la modificación de la norma, en la reunión que mantuvo en la tarde del jueves con Jusapol, la plataforma mayoritaria que aúna a policías y guardias civiles, la organización convocó una manifestación el próximo 27 de noviembre en Madrid y animó al resto de sindicatos y asociaciones a sumarse a la protesta. Todo ello bajo el lema «No a la inseguridad ciudadana». «No vamos a permitir que se ponga en juego la vida de un policía o un guardia civil por un puñado de votos»,  precisó el secretario general de Justicia Policial (JUPOL), Aarón Rivero, a la salida del encuentro, que duró algo más de dos horas. 

En paralelo, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) anunciaba otra movilización por la misma cuestión el 24 de noviembre, desmarcándose de la de JUSAPOL e invitando también a estos últimos, integrados por Jupol y Jucil, a unirse a la misma. Algo que, según apuntan fuentes del SUP a THE OBJECTIVE, ya les habían propuesto durante la mañana del jueves, sin obtener respuesta. 

«Todos los sindicatos representativos le ofrecieron a JUPOL unirse, pero no hubo contestación. Por la tarde, convocaron ellos otra. Así que iremos por separado. Por un lado, los sindicatos policiales y asociaciones de la guardia civil en unidad de acción y, por otro, la asociación JUSAPOL, con sus dos ramas, Jupol y Jucil. Nos piden que nos unamos, pero debería ser al revés», indican fuentes del Sindicato Unificado de Policía. 

Desavenencias entre sindicatos

Pese a las desavenencias, más que evidentes, entre sindicados y asociaciones policiales, desde Jusapol intentan quitar hierro al asunto. Según señalan fuentes de la plataforma, su idea «es sumarse también a la concentración del día 24» y esperan que AUGC y SUP hagan lo mismo con la suya el día 27 de noviembre. «Hemos tendido la mano desde el principio, no entendemos ahora esta pataleta. Nuestra manifestación será durante el sábado y podrán venir más agentes. Tenemos que estar unidos». 

Jusapol insiste en que no hay ningún problema con otras organizaciones y recuerda que el objetivo de crear la plataforma fue meramente «operativo» para luchar por la equiparación salarial de los agentes. «A través de las asociaciones, los guardias civiles no podían manifestarse, pero a través de Jusapol, plataforma ciudadana, sí podían hacerlo. En esta batalla, no queremos siglas ni personalismos, nos afecta a todos», sentencian. 

Fuentes de la Benemérita, sin embargo, advierten de que los guardias civiles pueden salir a la calle desde marzo de 2017, cuando el Tribunal Supremo reconoció el derecho de manifestación de los agentes del Instituto Armado.

Por el momento, quienes sí se han sumado a la protesta de Jusapol son la Confederación Española de Policía (CEP) y la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC). En un comunicado, las dos organizaciones confirman su asistencia el día 27 y animan al resto de sindicatos y asociaciones a unirse para apoyar una «causa justa y legítima». 

A la de SUP y AUGC, por otro lado, asistirán la mayoría de sindicatos y asociaciones: el Sindicato Profesional de Policía (SPP), la Unión Federal de Policía (UFP), la Asociación Profesional de Cabos (APC) y la AEGC, que asistirá a ambas convocatorias.

«Vendidos y desprotegidos»

Desde que trascendiese la reforma por parte del Gobierno de la Ley de Seguridad Ciudadana, tanto policías como guardias civiles cerraron filas contra dicha modificación, impulsada por el PNV, y que tras un año y 40 ampliaciones de PSOE y Podemos verá la luz previsiblemente a finales de 2021.

Entre los motivos, según denuncian diversas fuentes policiales a THE OBJECTIVE, que esta norma les «deja vendidos y desprotegidos» frente a futuras manifestaciones y detenciones. Además de que ha sido llevada a cabo por el Ejecutivo y, por ende, el Ministerio del Interior «de espaldas a los policías y guardias civiles». Lo que ha desencadenado que sindicatos como la Confederación Española de Policía (CEP) hayan decidido no asistir a la ronda de reuniones que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, mantiene desde este jueves con distintos sindicatos. «La reforma se ha cerrado a espaldas de los policías, sin contar con las alegaciones y aportaciones de sus representantes y todo ello ha generado un gran malestar entre los agentes, que consideran que esta iniciativa perjudicará el trabajo policial de una manera considerable», indican desde el sindicato policial. 

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado muestran su preocupación con diez de los puntos de la modificación de la ley que impulsó el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, en 2015, pero especialmente con cuatro. 

Manifestaciones

La nueva redacción suavizará la anterior respecto a las detenciones. De este modo, las personas que se nieguen a identificarse podrán ser retenidas hasta dos horas —antes seis— y después, dice la norma, si se identifica, los agentes deberán devolver a la persona al lugar donde se inició la intervención. 

La nueva ley de Seguridad también contempla cambios en las manifestaciones. Tanto es así que aquellas «espontáneas» no deberán avisarse con anterioridad a la Delegación del Gobierno. En esta línea, los policías no podrán utilizar material antidisturbios agresivos como las pelotas de goma, deberán emplear «siempre el menos lesivo evitando que causen lesiones irreparables»; y podrán ser grabados durante cualquier protesta, sin que dicha práctica constituya una infracción. 

«Todos estos cambios van en detrimento de nuestra propia seguridad e integridad. Permitirán que se difundan nuestras imágenes, que no podamos defendernos en manifestaciones y que después de detener a alguien, tengamos que hacer de taxistas llevándolos a su casa. Lo cierto es que estos cambios son entre graves y cómicos, surrealistas», critica el portavoz de JUPOL, Javier Otero. 

Entre tanto, los agentes también alertan del «caos» que supondrán las «manifestaciones de carácter espontáneo» sin previo aviso. «Al final, esta medida se convertirá, en la mayoría de ocasiones, en una falta muy grande de previsión. Que una protesta se torne en violenta y no esté preparado el dispositivo para actuar en consecuencia contra esa manifestación. Ya hemos visto lo que puede ocurrir en episodios de este tipo: saqueos comerciales, destroza de mobiliario urbano…», sentencian. 

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