La presidenta de la Comunidad de Madrid continúa respondiendo a la supuesta guerra entre Génova y Sol por el control del Partido Popular a nivel autonómico. Isabel Díaz Ayuso tuvo que hacer frente a esta cuestión durante su entrevista en El Hormiguero, donde el asunto de los bloqueos por WhatsApp a otros líderes de la formación fue explicado por la mandataria, que aduce todo el revuelo provocado a «un lío de narices».
«Si me hubiera preguntado, todo tiene explicación, y hubiera sido bastante mejor», contestó a la pregunta de Pablo Motos sobre la cuestión del bloqueo del secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, en dos de sus dispositivos móviles. El problema, explicaba la presidenta, es que tiene un teléfono que es de hace «entre diez y quince años que tiene toda España». Por ello, ha explicado que adquirió otro para tener «línea directa con lo urgente», con su Gabinete y con los consejeros. Ayuso ha sostenido que en el primero García Egea no está bloqueado, al igual que otros dirigentes, y ha dejado claro que no ha sido ella la que ha contado que esto ha sucedido.
La presidenta también ha compartido que ha tenido que mandar un mensaje para dar explicaciones sobre los bloqueos. «Esto es una absurdez de patio de colegio», ha dicho. «Para tener a todo el mundo en los dos teléfonos no estoy así… Cierro el paso en el segundo y estoy en el primero y ahí ha venido un lío de narices», ha declarado.
Ayuso, Almeida y la lucha interna por el PP
Con el ‘Personal Jesus’ de Depeche Mode y con los vítores de «presidenta, presidenta» como entrada (que llegaron al nivel de requerir que Pablo Motos pidiera calma antes de pasar a publicidad), Ayuso llegaba al Hormiguero a intentar reeditar los buenos resultados de su contrincante por el mando del PP de la Comunidad de Madrid, José Luís Martínez-Almeida, quien congregó a 3.880.000 espectadores a su paso por el programa en primavera. La presidenta no lograba estos números de espectadores (3.588.000 espectadores) aunque superaba en cuota de pantalla al alcalde.
Durante la entrevista, Ayuso quiso quitar hierro a la situación que vive el partido en estos momentos. «Esto pasa en todas las familias. Esto pasa siempre sobre todo en la época de los congresos. Hay que salir de esto unidos porque somos un partido de alternancia y yo lo que quiero es dar ilusión a la casa», replicaba Ayuso. De su relación con Almeida, la presidenta recalcaba la buena sintonía entre ambos y ha remarcado que su lucha por el liderazgo no iba a acabar con la relación que existe entre ambos: «Tenemos química. No vais a encontrar una declaración en la que no nos hayamos apoyado. Los dos hemos dado nuestras vida por Madrid». También quiso desmentir la situación de supuesto miedo en Génova por un derroque de Ayuso a Casado al frente del liderazgo nacional: «Sí, me llevo bien, siempre. Si tuviera miedo no me hubiera puesto como candidata, creo que estamos con los tiempos y que esto del Congreso es una confusión constante».
Sobre su postura con respecto al liderazgo de la comunidad, Ayuso ha destacado que quiere que se vote «cuanto antes»: «Esto lleva un año y medio hablándose y yo he sido la última en hablar. Después de sortear la pandemia y pasar dos veces por las urnas me tocaba ser transparente con esto. Yo me tengo que responsabilizar de la marca que en la papeleta va al lado de mi nombre y quiero que la ilusión del 4 de mayo se lleve al PP. Lo que he hecho es decir que tengo esa ilusión. Quiero que se haga pronto y punto».
Motos también quiso poner en prueba la gestión de Ayuso al frente de la Comunidad y sobre uno de los temas más polémicos de su mandato, el rechazo a la investigación de la gestión de las residencias junto con Vox. «Primero, parece que solo ha muerto gente en Madrid. Segundo, porque se han tumbado esas comisiones de investigación en toda en España. Sobre Madrid ha habido siempre una lupa constante. La densidad de población de la Comunidad de Madrid no es la de otras comunidades. No es lo mismo gestionar la pandemia en unas regiones que en otras. Cuando el virus entra en España, que lo hace por la Comunidad de Madrid, el virus entró en las residencias y las casas. Lo que pasó en las residencias era lo mismo que pasó en las casas y no quiero que se abra una comisión que diga que se podía haber hecho algo por su familia, porque es mentira. Tengo claro que nadie murió solo, murieron de la mano de un sanitario. Abrir eso, de qué sirve. Es que no es cierto que hubo dejación. No es cierto por más que lo hayan llevado a los tribunales», ha querido zanjar.