La delicada votación de este jueves en el Congreso sobre el nombramiento de cuatro nuevos magistrados al Tribunal Constitucional, en especial el de Enrique Arnaldo, ha llevado al PSOE a exigir a sus diputados que desvelen al grupo parlamentario el sentido del voto secreto cuando lo emitan por vía telemática, según revelan fuentes parlamentarias socialistas a THE OBJECTIVE.
La Mesa del Congreso decidió que las votaciones de esta semana fueran todas ellas telemáticas, al constatar que había varios puntos del día que exigen voto secreto. Las diferentes votaciones se abrieron el miércoles cuando terminó el pleno y se cerrarán a las 13:00 horas de este jueves. Con el voto telemático se evitan las aglomeraciones de diputados en el centro del hemiciclo cuando se les llama para depositar la papeleta en una urna colocada junto a la presidencia. Aún están vigentes algunas restricciones contra el coronavirus, pero por otra parte «facilita» que los partidos puedan saber qué votan sus representantes, advierten varios diputados socialistas consultados por este medio.
En la elección de los órganos constitucionales -Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas y Defensor del Pueblo-, los diputados entrarán en su ordenador habilitado para el voto telemático y deberán indicar quiénes son los candidatos a los que desean votar. Tienen que marcar un máximo de cuatro nombres para al Alto Tribunal -los propuestos son Concepción Espejel, Inmaculada Montalbán, Ramón Sáez y el citado Arnaldo- y hasta seis nombres para el TdC. En el caso del Defensor del Pueblo, podrán escribir el nombre del candidato –Ángel Gabilondo– o votar en blanco.
Envío de comprobantes
Con la emisión del voto se genera un resguardo o comprobante que, a continuación, cada diputado del PSOE deberá enviar por correo electrónico a una dirección que ha habilitado el grupo parlamentario. Las fuentes parlamentarias socialistas no pudieron precisar si la obligación de desvelar el sentido del voto secreto se ha comunicado a los 120 diputados o solo a una parte de ellos, los más susceptibles de saltarse la disciplina interna por el rechazo que les genera Arnaldo.
Sea uno u otro caso, el resultado es que el PSOE sabrá qué ha votado cada uno de sus diputados que han recibido ese mensaje pese a que la elección de los magistrados del TC es secreta, insisten las citadas fuentes. La dirección del PSOE en la Cámara baja declinó responder a preguntas de este periódico sobre este asunto. Mientras, desde las filas del PP y Podemos indicaron a THE OBJECTIVE que no requerirán a sus miembros que muestren el sentido de su elección y que confían en la disciplina de voto.
Los nervios en el principal partido del hemiciclo se deben a que la aprobación de cada uno de los cuatro candidatos al TC exige el voto afirmativo de tres quintos de la Cámara. Es decir, 210 diputados. Los tres partidos ‘atados’ por el pacto para la renovación de los órganos constitucionales son el PSOE, PP y Podemos, que suman en total 235 escaños, pero tanto socialistas como morados están muy molestos con los perfiles impuestos por los populares en la negociación, en especial en el caso de Arnaldo.
En Podemos, dos de sus diputadas –Gloria Elizo y Meri Pita– se rebelaron contra este pacto en un artículo de este miércoles en El Periódico de España. Además, en las filas del PSOE, Odón Elorza ya se mostró muy crítico con la elección de Arnaldo cuando este último se sometió la semana pasada al examen de su candidatura.
El diputado vasco fue apartado del debate de este jueves en el hemiciclo. Una decisión que le llevó a advertir que muchos de los diputados de la bancada socialista votarán al citado magistrado «con una pinza en la nariz«. En su opinión, buena parte de los parlamentarios tanto de su partido como de Podemos estiman que «no reúne las condiciones» para ingresar en el Alto Tribunal.
Ante la tensión existente, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó su presencia este miércoles en la tribuna de la Cámara baja para reclamar a los diputados socialistas y morados que cierren filas para «salvar el acuerdo» con el PP para renovar los órganos constitucionales después de varios años de parálisis.
«A mí no me gustan algunos de los candidatos propuestos por el PP, pero el compromiso del Gobierno de España y de los grupos socialista y de Unidas Podemos es salvar el acuerdo y garantizar la renovación que exige la Constitución», dejó claro el jefe del Ejecutivo.
El problema de este pacto al que se enfrentan PP, PSOE y -por extensión- Podemos es que se encuentran solos en su defensa. Por ejemplo, los dos parlamentarios de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Sergio Sayas y Carlos García Adanero, no votarán al no haberles consultado en la negociación. El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, acusó este miércoles al PSOE de ser «cobarde» por avalar a Arnaldo, mientras que su homólogo de Más País-Equo, Íñigo Errejón, dijo no entender «los votos que avergüenzan».
Además, varios diputados de formaciones pequeñas, a los que recurren PSOE y Podemos en las votaciones más delicadas, tienen decidido apoyar a los dos magistrados progresistas, votar en contra de Arnaldo y abstenerse en el caso de Espejel, la otra magistrada propuesta por el PP. Ante este complicado panorama, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, pidió a la Cámara que tumben este «pasteleo vergonzoso«.
No se hacen pactos de Estado, pero PSOE, PP y Podemos votan mañana un pasteleo vergonzoso para repartirse las instituciones de todos los españoles. Un diputado afirma que lo apoyará “con una pinza en la nariz”. Ni con escafandra podrán escapar del hedor de esa infamia👇 pic.twitter.com/SujR1ZBLER
— Inés Arrimadas (@InesArrimadas) November 10, 2021
