Yolanda Díaz lanza una OPA para fichar para su proyecto a miembros de la exejecutiva de Pablo Iglesias
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, amenaza con crear un agujero en Podemos fichando a parte de la Ejecutiva del partido durante la época de Pablo Iglesias. Alberto Rodríguez, exsecretario de Organización, ha admitido que después de su salida abrupta del Congreso la dirigente gallega se ha puesto en contacto con él, mientras que Irene Montero no lo hizo. A la vez, otros dirigentes que hasta hace poco estaban sentados en la Ejecutiva del partido se han acercado a la vicepresidenta segunda.
Yolanda Díaz mueve ficha. Y lo hace tanto fuera como dentro de Podemos. Sus movimientos son muy medidos, pero permiten dar la sensación de que cargos de peso de Podemos pueden aspirar a sumarse a la plataforma que Díaz está perfilando desde el verano. La declaración de Rodríguez adelantada en la presentación del programa Salvados ha pasado de chat en chat en Podemos. El hecho de que, como adelantó THE OBJECTIVE, Rodríguez se viera ninguneado por Montero permite especular sobre el futuro del ex secretario de las juventudes comunistas de Canarias, que ahora Podemos intenta retener asegurándole cobertura legal en su lucha para recuperar el escaño.
Aunque el caso de Rodríguez es muy peculiar, y la llamada de Díaz para algunos en Podemos es más simbólica y de cortesía que un verdadero ofrecimiento para el futuro, lo cierto es que la dirigente gallega está alistando a sus «tropas». Antón Gómez-Reino, líder de Podemos de Galicia, ya ha dejado entender que su apuesta es Yolanda Díaz. «Galicia ya es de Yolanda», aseguran en el partido morado.
La clave territorial es muy importante para comprender los movimientos de la ministra de Trabajo. Cataluña, Asturias y Valencia son regiones donde los afines de Díaz se sienten fuertes. Luego se encuentra Madrid, donde existen conversaciones con Más Madrid para crear una colaboración futura que pueda desembocar en listas conjuntas. Más Madrid, no obstante, tiene que resolver el problema de Íñigo Errejón, líder de Más País, todavía reacio a ese encuentro si la plataforma de Díaz significa perder su liderazgo y equipo propio.
El gurú electoral de Iglesias
Otro fichaje clave de Díaz es el diputado Txema Guijarro, que también formó parte de la Ejecutiva de Podemos hasta junio de 2020, cuando Iglesias modificó el organigrama incluyendo a perfiles como Isa Serra, Jaume Asens, Manu Levin y Julio Rodríguez, entre otros. Ese cambio no sentó bien en algunos niveles de la formación, puesto que se interpretó como la última fase de una bunkerización de la cúpula, en la que actuaban perfiles elegidos solo por su fidelidad al secretario general.
Guijarro es un dirigente muy conocido en Podemos porque en 2019, el año más difícil de la formación, fue el único que vaticinó que los morados superarían los 30 diputados. Para varias fuentes de Podemos es uno de los cuadros de mayor valor, «de los pocos que hay», señalan. Es por ello que ha sorprendido en el grupo parlamentario saber, como adelanta este viernes THE OBJECTIVE, que se ha acercado a Díaz.
Aunque algunos también sospechan de la ministra, y de momento prefieren reivindicar algo parecido a una ‘equidistancia’ entre la cúpula morada y la dirigente gallega, los movimientos de Yolanda Díaz han generado tensión e irritación en la actual cúpula liderada por Irene Montero y Ione Belarra. Los morados han lanzado en los últimos días algo parecido a una contraofensiva: se están poniendo en contacto con algunos dirigentes regionales para intentar blindar sus apoyos. Desde el País Vasco hasta Aragón, la cúpula de Montero necesita asegurarse los apoyos necesarios para poder plantear ante Díaz la fuerza de su grupo si finalmente se llega a un acuerdo para formar las listas.
Carmena también actúa
Montero, además, necesita asegurarse que en Izquierda Unida se mantenga la fidelidad al pacto con Podemos. En ese ámbito es esencial el papel de Enrique Santiago, líder del PCE, que de momento sigue fiel al tándem Montero-Belarra. Santiago es esencial para asegurar a Podemos una llegada segura a Andalucía, donde Izquierda Unida sigue siendo una formación muy importante a nivel de ramificación territorial. Pero también en otras regiones de España, donde las principales familias de IU pueden decantarse por Alberto Garzón, quien ahora apoya a Díaz.
En el esquema de alianza de Díaz sus afines también señalan a los sindicatos. Tanto la UGT, y sobre todo Comisiones Obreras, estarían respaldando en la sombra a la ministra de Trabajo para que cree un partido o «espacio superador» de Podemos. A la vez, Díaz confía en que pronto se sumen figuras de la sociedad civil. Esta es una de las prioridades de su equipo, que confía en imitar algunas experiencias de éxito a nivel municipal, como las primeras etapas de las alcaldesa Manuela Carmena y Ada Colau.
La propia Carmena y su sector están respaldando en estas semanas a Díaz. Lo hacen en un entorno de confidencialidad, y ese acercamiento ha empujado a Podemos a intentar sellar pactos con la izquierda anticarmenista. Se trata, por ejemplo, de algunos de sus exconcejales que mantienen una mala relación con la exregidora y que Irene Montero ya ha fichado para su gabinete ministerial.