La exprincesa japonesa Mako Komuro ha partido este domingo a Estados Unidos junto a su marido, con el que se casó en octubre en Tokio tras años de rumores de prensa y reclamos en internet por su relación, que según Komuro le causó «tristeza y dolor».
La pareja, ambos de 30 años, ha abordado un vuelo comercial el domingo en Tokio con destino a Nueva York, ciudad en la que Kei Komuro, su marido, estudió Derecho y actualmente trabaja.
Fuertemente resguardados por la policía y agentes del aeropuerto, la pareja ha pasado frente a unos 100 periodistas y camarógrafos sin responder a las consultas.
Mako, nieta del emperador Naruhito, perdió su título real cuando se casó con un plebeyo debido a las leyes de sucesión, que solo permiten que los hombres accedan al trono.
A la realeza japonesa se le exige mucho, y la Agencia de la Casa Imperial dijo que Mako sufrió estrés postraumático por la atención mediática. «He estado asustada, sintiendo tristeza y dolor cuando los rumores se convierten en historias sin fundamento», dijo Mako en una conferencia de prensa después de la boda. Kei, por su parte, dijo estar «muy triste de que Mako estuviera con dificultades mentales y físicas».
Con pocos hombre en la realeza, se ha debatido un poco sobre el cambio de reglas en Japón, con algunas encuestas que muestran un amplio respaldo popular a permitir que gobiernen las mujeres. Pero cualquier cambio sería lento ante la vehemente oposición de los tradicionalistas.
La polémica sobre la pareja y su traslado a Estados Unidos ha generado comparaciones inevitables con otra pareja real, el príncipe británico Harry y Meghan Markle.
La prensa japonesa afirma que los Komuro, que se conocieron en la universidad de Tokio, ya tienen un lugar donde vivir en Nueva York.
