El CIS arropa el plan de Pedro Sánchez de aupar a Yolanda Díaz sobre los 40 escaños
En Moncloa se fijan en las ‘tripas’ de otras encuestas internas y estudios cualitativos que auguran un potencial crecimiento que fundamenta la confianza en en ensanchar el espacio de izquierdas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprende de los errores, no tropieza dos veces con la misma piedra. Y el mayor error que cometió recién llegado a Moncloa tras la moción de censura fue fiarse de Iván Redondo y creer que era una buena idea repetir las elecciones de abril de 2019 para rematar a Podemos, sin cuya fuerza primigenia salió la suma para gobernar con holgura. La broma le costó a las dos fuerzas de izquierdas 600.000 votos menos respectivamente en las elecciones del 20 de noviembre, tres escaños menos para el PSOE y siete para los morados en castigo a su incapacidad de pactar un Gobierno de izquierdas, lo cual intentaron compensar con el famoso pacto de los abrazos entre Sánchez y Pablo Iglesias apenas 24 horas después de los comicios.
Una forma de blanquear sus respectivos errores de cálculo electoral y suplirlos con un Gobierno de coalición que no le quitó el sueño a Pedro Sánchez pero sí le ocasionó algún que otro quebradero de cabeza. Con Yolanda Díaz la situación es distinta. Las sonrisas y las caricias no sustituyen a las broncas pero sí a las filtraciones y la comunicación es más fluída, respetando cada uno su parcela de necesidades propias, tanto a nivel de partidos como de votantes. Pero ambos se saben en la misma estrategia.
Según fuentes de Moncloa consultadas por THE OBJECTIVE, existen estudios cualitativos propios que destilan optimismo. Primero, por el «desgaste del PP», inmerso en sus propias cuitas internas que frenan su potencial crecimiento. Segundo, por la «solidez del resultado del PSOE» aun cuando «no hay movilización ni tensión electoral». Y tercero, por las buenas perspectivas de voto de Yolanda Díaz, aliada natural de Pedro Sánchez, pero con gran valoración entre los votantes socialistas y un altísimo nivel de conocimiento y popularidad entre el electorado en general.
«Yolanda no es un problema», explican estas fuentes en relación a su crecimiento futuro, que «no será a costa del PSOE», sino de la abstención, permitiendo ensanchar el espacio de izquierdas. ¿Cuál sería el límite? Es una incógnita, pero los precedentes hasta la fecha apuntan a que los vasos comunicantes entre ambas formaciones implicaban que si Podemos obtenía 69 escaños como en 2015, el PSOE se quedaba en su peor resultado histórico con 90 parlamentarios. No obstante, recuerdan estas fuentes que ese escenario de un quasi sorpasso técnico al PSOE -les separaron apenas 200.000 votos (5.500.000 frente a 5.300.000)-, se produjo con el PSOE como segunda fuerza con un 22% de voto y no como primera instalado en el 27% que le augura el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas.
Desde el Gobierno admiten que el CIS ‘viste’ su estrategia, consistente en proyectar a Yolanda Díaz como una candidata solvente que garantizaría la suma de un futuro Gobierno de izquierdas en el caso de que el PSOE no ganara las elecciones, en el peor de sus pronósticos. «No va a ocurrir, pero hay que contemplar esa opción», señalan asegurando que sus datos los mantienen en primera posición y con una recuperación reciente tras el verano. «Nuestro escenario ideal es que Yolanda lograra superar los 40 escaños», situarla por encima de los 35 actuales y el 15% de voto. «No sería un problema hasta los 70 escaños aunque eso es difícil, yo firmaría con 40».
Colau y Oltra «serán un problema»
El equilibrio es complicado porque la jugada del «proyecto personalista» como el de Pablo Iglesias, Ada Colau o Manuela Carmena cosecharon registros de más del 20% de voto en sus orígenes, lo cual supuso la fagocitación del PSOE. Pero ahora «el escenario es distinto» y Podemos está débil, en el entorno del 10% de voto, lo cual permite experimentos que no conllevan riesgos para la perspectiva electoral socialista. Algo que, más allá de los titulares del CIS, se evidencia en el análisis detallado del barómetro, que evidencia que Pedro Sánchez está mejor valorado por los votantes de Podemos (6,58) que Yolanda Díaz entre los votantes del PSOE (6,29).
De ahí la necesidad de agotar la legislatura hasta 2024 para darle tiempo a la actual vicepresidenta segunda a «parasitar a Podemos, ocupar su espacio y evitar las siglas incómodas: ni Podemos, ni IU ni el PCE. Que la marca sea Yolanda Díaz». Una operación personalista que aplauden en Moncloa, hasta cierto punto. Porque necesitará del «aldabonazo» de «otras políticas» como Mónica Oltra o Ada Colau, a quienes «los suyos no les dan otra salida y acabarán en Madrid y entonces serán un problema». Pero esa ya será la siguiente pantalla, muchos barómetros del CIS después… Queda por delante la operación ‘aupar a Yolanda’, como mínimo, hasta los 40 escaños.
