PSOE y PP estudian cambiar la ley para poder retrasar las elecciones en pandemia
En la subcomisión de la Cámara Baja para la reforma de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral (LOREG), hay acuerdo entre el PP y el PSOE para abordar esta cuestión
El Congreso estudia, a propuesta del PSOE y el PP, la posibilidad de cambiar la ley electoral para poder retrasar unas elecciones durante una situación excepcional como una pandemia, al no estar contemplado en la normativa vigente, según han asegurado a Efe fuentes parlamentarias.
En la subcomisión de la Cámara Baja para la reforma de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral (LOREG), hay acuerdo entre el PP y el PSOE para abordar esta cuestión, que, en principio, podría contar con el apoyo de otros grupos. «Se ha hablado de incorporar en la ley electoral los supuestos de derecho excepcional como el que hemos vivido con la pandemia», señala una fuente popular.
Desde el PSOE indican que esta reforma «está sobre la mesa» ante la experiencia reciente de pandemia pero -matizan- cualquier cambio en la ley electoral se debe hacer con el «mayor consenso posible».
España ha celebrado, desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, tres citas electorales de ámbito autonómico.
La primera cita tuvo lugar en País Vasco y Galicia, unas elecciones inicialmente previstas para abril de 2020 pero que fueron aplazadas a julio ante el confinamiento decretado por el Gobierno central. Tanto el gobierno vasco como el gallego incluyeron en sus protocolos la prohibición de votar a aquellos ciudadanos con coronavirus o síntomas compatibles con la enfermedad. Una decisión que, tras un debate entre los juristas, fue avalada por el Tribunal Supremo y las juntas electorales.
Pero en el resto de elecciones no ha vuelto a ocurrir esa suspensión del derecho al voto y en Cataluña, en febrero de 2021, los ciudadanos acudieron a las urnas existiendo una franja del día -de 19:00 a 20:00 horas- reservada para los confinados y positivos por coronavirus.
Mismo esquema es el que se siguió meses más tarde, en mayo, para las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, donde las autoridades fijaron la última hora de votación como el periodo «recomendado» para que los ciudadanos contagiados o los contactos estrechos de un infectado acudieran a votar.