La CUP veta a una abolicionista de un acto contra la prostitución por no ser nacionalista
Los cachorros de la formación anticapitalista anulan una conferencia sobre feminismo porque su invitada no apoya el ‘procés’
La CUP ha vetado a una antropóloga de un acto contra la prostitución que se debía celebrar el jueves 25 de noviembre en Figueres, Gerona, por sus posiciones contrarias al independentismo. Aunque el acto no guardaba relación con la cuestión territorial, los cachorros del partido anticapitalista, La Forja-Jovent Revolucionari, han optado por cancelar el acto en cuanto han reconocido a la activista.
La perjudicada, Marina Pibernat, ha denunciado en Twitter lo ocurrido. «Me dicen que desde la CUP no permiten mi presencia en él por mi postura contraria al independentismo. Lo siento por la organizadora, que se lo ha currado», ha explicado en la red social.
Pese a haberse anunciado su participación en un cartel difundido por las redes sociales de La Forja-Jovent Revolucionari, finalmente han vetado su presencia. La joven antropóloga es miembro de Feministes de Catalunya y acudía como tal al acto en contra de la prostitución. La propia Pibernat, que no comparte las tesis sobre la prostitución que mantiene la CUP, ha afirmado no tener «ningún problema en ir a un acto suyo a defender el abolicionismo». Y ha lamentado que desde la organización no lo vean de la misma forma.
La CUP mantiene una postura a favor de la regulación de las trabajadoras sexuales, mientras que Pibernat pide la prohibición total de esta práctica al considerar que se basa en la explotación. No obstante, el veto que ha sufrido se debe a la cuestión secesionista. La activista ha exhibido por Twitter y en otros foros su oposición al procés independentista.
La conferencia cancelada formaba parte de «un ciclo de charlas» que se enmarcan dentro del Día contra las Violencias Masclistas. La Forja, que ya no anuncia el evento cancelado, sí ha difundido otros actos como la conferencia sobre «el consentimiento dentro de las relaciones», que se celebra el 28 de noviembre.
Bajo el lema «Abolamos el patriarcado», sostiene que más allá de las violencias «visibles», las mujeres son «víctimas de los roles de género, de la presión estética, de la sexualización de nuestros cuerpos desde la infancia».
Sin embargo, no han querido visibilizar sus argumentos para censurar a Pibernat. Se han limitado a cancelar el acto. Este comportamiento abona el terreno a una de las críticas que más reciben desde sectores de la izquierda alternativa: que acaben priorizando la cuestión nacional a otras problemáticas de índole social.