Yolanda Díaz resucita el relato de la «transversalidad» para torpedear a Errejón
La ministra de Trabajo reacciona al plan del líder de Más País de ir por libre con un proyecto renovador y fija una gira en los territorios para frenarle
La ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha recuperado el relato de la «transversalidad» que inspiró al primer Podemos. La dirigente gallega retó a los socialistas explicando en una entrevista radiofónica que no quiere cerrarse al espacio a la izquierda del PSOE, pero también lanzó un dardo a Íñigo Errejón cuando habló de romper el eje izquierda-derecha. «Creo que las políticas que despliego son transversales», afirmó. En Unidas Podemos no tienen dudas: es una maniobra para torpedear al líder de Más País, quien insiste en ir por libre en los próximos comicios.
Este diario desveló que Errejón está pisando el acelerador para adelantarse a la nueva plataforma de Yolanda Díaz. Para ello ha activado a dos de sus colaboradores más estrechos con la orden de viajar por los territorios para tejer cuantas más alianzas posibles y en el menor tiempo posible. La ministra gallega decidió reaccionar el jueves. «Después de las navidades empezaré a recorrer el país», afirmó Díaz en una entrevista en La cafetera de Radiocable. «Lo que quiero es que la sociedad española sea protagonista de un proceso imprescindible de transformación social de mi país, y ahí quiero que esté todo el mundo», afirmó, para después lanzar un dardo al líder de Más País: «Yo no quiero estar a la izquierda del PSOE, le regalo al PSOE esa esquinita. Eso es algo como muy pequeño y muy marginal. Yo creo que las políticas que despliego son transversales».
Fuentes gubernamentales del bando socialista aseguran a THE OBJECTIVE que detrás de la operación Yolanda Díaz se halla, en realidad, el propio Pedro Sánchez y la Moncloa. La idea es favorecer que el proyecto de Díaz sea atractivo para aquellos votantes que no quieren apoyar al PSOE. Y sobre todo que en el segmento de la izquierda no actúen más de dos actores. Es decir, el PSOE y la plataforma de Yolanda Díaz. Con la implosión de Ciudadanos, reflexionan, si así no fuera se daría una ventaja estratégica a la derecha porque en ese espacio se repartirán los votos el PP y Vox.
Cerrar el espacio a Errejón
El hecho de que Yolanda Díaz haya vuelto a resucitar el término «transversal» tiene un claro sabor político, según ha podido saber este diario de fuentes de Unidas Podemos y del grupo morado del Ejecutivo. Todas estas posiciones se pueden resumir en la idea de «reducir» el espacio de maniobra de Errejón. «Le está cerrando el espacio», comentan algunos. Para otros, además, busca «interpelar» a más votantes de los que se sienten afines a Unidas Podemos.
Aunque ha anunciado que empezará una gira por las comunidades autónomas, Díaz todavía no ha detallado cuándo pretende oficializar su candidatura. Solo se sabe que tiene que esperar que se desbloquee la reforma laboral, en cuya negociación su equipo está convencido de que si la CEOE sale de la mesa, habrá un decretazo antes de que finalice el año. El problema es que el tiempo ha empezado a correr rápido también para Yolanda Díaz.
Hasta ahora, la ministra ha gozado de una ventaja estratégica frente a todos sus contrincantes. «Cuanto más tiempo pasa, más crece la expectativa sobre Yolanda», comentaban fuentes conocedoras de los planes de la vicepresidenta. Ahora, sin embargo, Díaz ha decidido adelantar que después de Navidad dará el pistoletazo de salida a su «proyecto» –este es eltérmino que utilizan sus afines en las conversaciones privadas–.
¿Debate vacío y «palabrería»?
En este ámbito, no obstante, no todos ven con buenos ojos el planteamiento de Díaz. Para algunos es una «palabrería» que retrotrae a «esa discusión del errejonismo contra el pablismo de Vistalegre II». «El debate entre transversalidad o trinchera; dar miedo o ser amables no lo entendía nadie», zanjan los críticos. Y achacan esa recuperación de los eslóganes de Errejón al asesor de Yolanda Díaz, Rodrígo Amírola, que se forjó en las filas errejonistas en la primera etapa de Podemos. Este spin doctor madrileño formó parte del grupo errejonista de aquel momento, aunque después rompió con él y también con Pablo Echenique. Buscó refugio en Cataluña, para regresar a Madrid de la mano de Yolanda Díaz y es ahora uno de los hombres de confianza en su gabinete.
El problema de la transversalidad es para estas fuentes una cuestión de falta de concreción de la propuesta de Yolanda Díaz. Aunque es cierto que muchos de los que apoyan a la ministra de Trabajo esperan que represente un revulsivo para recuperar los votos perdidos por Iglesias en su última fase. Algo así como «recuperar la ilusión», tal y como repiten una y otra vez en sus disertaciones favorables a la ministra gallega. Iago Moreno, por ejemplo, que formó parte de la corriente errejonista, comentó favorablemente en las redes sociales la recuperación de una búsqueda transversal de apoyos políticos, donde concluyó: «Sí que es un activador del bloque de izquierdas porque trasmite la voluntad de querer ser algo más que un espacio residual».
Sea como fuere, la declaración de Yolanda Díaz tiene un claro valor de cara a su política de alianzas. Si Errejón insiste en buscar una solución solitaria con Más País, la ministra pondrá toda la carne en el asador para robarle todo el terreno posible a través de un discurso muy parecido al que está promoviendo el diputado del partido turquesa. En el propio entorno de Yolanda Díaz, de hecho, saben que la misión de la gallega es de entrada confirmar los 35 diputados que cosechó Iglesias para que salga la suma con el PSOE. Y dejar la función de izquierda militante y dura por la que apostó Iglesias puede ser un peligro.
Si en 2017, de hecho, las dos opciones de Podemos debatían entre volver a un izquierdismo más militante y duro y otro «transversal» (inspirado en el lema del ni de izquierdas ni de derechas), en 2022 se puede dar la paradoja que las dos propuesta hablen el mismo lenguaje líquido. De ser así, al PSOE le quedará el objetivo de recoger todo el espacio de la izquierda más vinculado al empleo y la seguridad económica. Con el peligro de que Díaz acabe pinchando tanto en su objetivo de convencer a los votantes de Unidas Podemos, como en el de expandirse en segmento progresista tout court.