Exteriores agiliza la tercera vacuna para el personal expatriado que viaje a España
Albares abre el centro de vacunación del ministerio a los empleados públicos y sus familiares que vengan de vacaciones a España en Navidad
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado a los diplomáticos y trabajadores de su ministerio que el Centro de Vacunación Internacional de su departamento podrá administrar la tercera vacuna contra la covid-19 al personal expatriado y sus familiares directos que viajen a España y no hayan podido recibir la correspondiente dosis en su país de destino.
«Como sabéis, la última actualización de la Estrategia de Vacunación contra Covid-19 recomienda la administración de una tercera dosis de recuerdo de la vacuna, empezando por los mayores de 60 años, así como que aquellas personas que hayan sido vacunados exclusivamente con Janssen reciban una dosis de refuerzo», señala de inicio Albares en un correo electrónico enviado a todo el personal de su ministerio y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
«En este sentido, os comunico que el Centro de Vacunación Internacional del MAUC está a disposición de los empleados públicos de la Administración General del Estado destinados en el exterior, y sus familiares convivientes, que viajen a España y no hayan podido recibir la correspondiente dosis en el país de destino», les anuncia el ministro de Exteriores.
Además, el jefe de la diplomacia aprovecha la ocasión para recordar a sus trabajadores que pueden acudir a ese centro de vacunación también en aquellos casos en los que no hayan recibido la pauta completa de vacunación en sus países de destino y recibir así la dosis que corresponda según la citada estrategia de vacunación aprobada por el Gobierno y las comunidades autónomas. Para ello, Exteriores ha habilitado un correo electrónico para que los interesados puedan solicitar cita.
El anuncio de Albares cuenta con el visto bueno del Ministerio de Sanidad y se adelanta, de esta forma, al período navideño en el que muchos diplomáticos, cooperantes y personal del servicio exterior regresan a España con sus familias por unos días. Una de las primeras decisiones que el ministro tomó en julio tras su toma de posesión fue cerrar el frente abierto que había dejado su predecesora, Arancha González Laya, con las reclamaciones del personal de Exteriores para que se les vacunase al igual que los militares y agregados que eran enviados al extranjero.
Aquella primera autorización de Albares ya permitía administrar las dosis -con independencia de la edad- que tuviera el empleado o sus familiares. Apenas unas semanas antes, en junio y con Laya al frente de Exteriores, se aseguraba desde este ministerio qie no tenía «autonomía para elaborar planes» con los que vacunar a su personal en el exterior, una situación que exasperó a los sindicatos.
Por ejemplo, la ausencia de dicho plan contra el coronavirus generó un enorme malestar de los funcionarios con Laya. Una de las críticas principales hacia la entonces ministra era que los ministerios de Defensa e Interior sí estaban citando a sus agregados en las embajadas para vacunarles en España, mientras que el personal de Exteriores se tenía literalmente que «buscar la vida», a juicio de los sindicatos.
La respuesta del departamento de Laya fue echar la culpa de la falta de plan al Ministerio de Sanidad al recordar que en España «la administración de vacunas se desarrolla de acuerdo con la planificación realizada en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y está recogida en la Estrategia de vacunación». «El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación no tiene autonomía para elaborar planes y protocolos específicos», se subrayó.
La polémica vacunación de Laya
Laya se escudó entonces en que los agregados militares se estaban vacunando «no porque estén destinados en el exterior, sino porque la estrategia nacional de vacunación prioriza ciertos colectivos». En concreto, se citó al grupo 6.4 formado por «Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Emergencias y Fuerzas Armadas, incluyendo Policía Nacional, Guardia Civil, Policías Autonómicas, Bomberos», etc.
La ministra insistió en que su departamento había realizado «múltiples gestiones con autoridades competentes orientadas a la vacunación del personal destinado en el exterior y a identificar alternativas en relación con los países donde existen dificultades de vacunación». Pero la luz verde no llegaba y los sindicatos admitieron que se estaba empezando a vacunar personal en el extranjero in situ con dosis enviadas desde España por valija.
La ruptura entre los sindicatos y el ministerio alcanzó su punto álgido a principios de junio. La ministra subió un tuit vacunándose en Madrid (le correspondía por edad). UGT decidió entonces abandonar una reunión convocada por el equipo de Laya hasta que no se aclarase el plan de vacunación de los diplomáticos. Pero este documento no llegó hasta que Albares tomó las riendas del ministerio.