El Gobierno presume de «buena gestión» de la pandemia sin haber hecho aún la auditoría
El Ejecutivo sale en defensa propia tras la polémica suscitada por las palabras de la vicepresidenta Yolanda Díaz sobre su advertencia en febrero de 2020 de «lo que iba a pasar» con el coronavirus
El Gobierno en bloque ha salido a defender su «buena gestión» de la pandemia tras las polémicas declaraciones de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Más de año y medio después de que estallara la crisis sanitaria por la covid, la titular de Trabajo ha asegurado que ya advirtió en febrero de 2020 «lo que iba a pasar» con el coronavirus: «Yo el 15 de febrero, como ya la pandemia azotaba fuertemente a Italia, convoqué a mi equipo, porque tengo la convicción de que Italia es España, y necesitábamos desplegar un montón de medidas. […] Me acusaron de alarmista».
Las palabras de Díaz no han gustado dentro del Ejecutivo, que ha salido en defensa propia tras el Consejo de Ministros -la propia vicepresidenta se ha retractado en la rueda de prensa- insistiendo en una afirmación que aún no puede ser comprobada porque sencillamente no hay argumentos empíricos para hacerlo. Podría arrojar luz al respecto la auditoría independiente que un grupo de científicos solicitó urgentemente en agosto de 2020. Sin embargo, en diciembre de 2021 este informe sigue sin existir y previsiblemente no estará disponible hasta 2022.
Para entonces, se habrán cumplido prácticamente dos años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretara oficialmente el inicio de la pandemia el 10 de marzo de 2020, y casi año y medio después de que un grupo multidisciplinar de investigadores solicitara la realización de una auditoría independiente de la pandemia que ha sufrido continuos retrasos.
Dos años de retrasos para auditar la pandemia
No fue hasta el pasado mes de septiembre cuando el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud nombró oficialmente a las cuatro personas encargadas de coordinar el informe. Si se cumple el plazo de cuatro meses previsto, la auditoría estará terminada a comienzos del próximo año. Será el final de un largo camino emprendido por los científicos que el 4 de agosto de 2020 propusieron este estudio en una carta publicada en la revista especializada The Lancet.
El Gobierno central no aceptó la propuesta hasta noviembre de 2020, con el entonces ministro de Sanidad Salvador Illa. El hoy líder de los socialistas catalanes emplazó a los científicos a abordar el asunto en diciembre, en una segunda reunión que nunca llegó a producirse. Tras su marcha, tampoco su sucesora, Carolina Darias, se interesó por el asunto, que ha permanecido atrancado hasta hace unas semanas.
Habrá que esperar un tiempo más para determinar científicamente, de acuerdo con el resultado de la evaluación, cómo ha sido la gestión de la pandemia parte del Gobierno y las comunidades autónomas. El resultado, previsiblemente, será «duro», porque «todas las auditorías son duras», advierte Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y uno de los firmantes de la carta publicada en The Lancet: «Espero que sea dura, tanto en España como en otros países».
Más allá de la vacunación
March considera que el Gobierno «puede decir que ha hecho algo bueno con la vacunación». «Les ha salido bien, porque la estrategia ha funcionado y las comunidades han trabajado bien», afirma en declaraciones a THE OBJECTIVE antes de identificar otros asuntos en la gestión está en entredicho: «Si creen que con la vacunación ya está todo hecho, se equivocan».
«La gestión tiene puntos buenos, como el confinamiento, y puntos malos, como el haber tardado tanto en confinar», señala March, que advierte también de la «falta de unidad de acción» entre administraciones. Pone de ejemplo «lo que está pasando con el pasaporte covid» y la disparidad de criterios entre las autonomías: «Da la sensación de caos y eso se podría haber remediado con medidas conjuntas… No tiene sentido que cada gobierno regional tenga que buscarse la vida en los tribunales para ver qué es lo que pasa».
Joan Carles March incide en la «contradicción» que supone el hecho de hacer la evaluación de la pandemia en un momento en el que «la información técnica ha desaparecido» y «es sólo política». «Hemos pasado de comer y cenar con Fernando Simón a que haya desaparecido… Al margen de lo bueno y lo malo que ha hecho, la ciudadanía hemos vuelto a que las únicas informaciones sobre la pandemia son las de los políticos que hablan», remacha el experto en salud pública.