El TC busca contra reloj salidas al laberinto de recusaciones de los líderes del 'procés'
Afronta un Pleno marcado por las recusaciones planteadas por Puigdemont y otros líderes independentistas contra Enrique Arnaldo y Concepción Espejel
El Tribunal Constitucional (TC) celebrará este miércoles y este jueves su primer Pleno desde la reciente renovación parcial de sus magistrados. Y lo afronta buscando contra reloj salidas al laberinto de recusaciones planteadas en las últimas semanas por el expresidente catalán Carles Puigdemont y otros líderes del procés contra dos de los cuatro nuevos miembros de la corte de garantías: Enrique Arnaldo y Concepción Espejel.
Los incidentes de recusación contra ambos magistrados, a los que las defensas de Puigdemont, Quim Torra y Oriol Junqueras -entre otros- acusan de carecer de la «imprescindible imparcialidad», amenazan con bloquear la resolución de los recursos presentados ante el Constitucional por los líderes independentistas contra la sentencia del procés. En caso de aceptar las recusaciones, el tribunal de garantías se quedaría sin el quorum necesario para poder resolver la docena de recursos pendientes sobre el proceso soberanista. De ahí que los magistrados estudien in extremis cuál será la mejor fórmula para evitar el bloqueo.
La ley orgánica que regula el funcionamiento del tribunal de garantías establece que el Pleno podrá adoptar acuerdos «cuando estén presentes, al menos, dos tercios de los miembros que en cada momento lo compongan». Integrado por 12 miembros, el quorum actual es de ocho magistrados. El problema es que Antonio Narváez y Cándido Conde-Pumpido ya se apartaron voluntariamente de las resoluciones relacionadas con el procés después de ser recusados por Puigdemont.
Además, el magistrado Antonio Montoya está de baja desde hace meses por un problema de salud, por lo que en caso de ser aceptadas las recusaciones de Arnaldo y Espejel, el Pleno no alcanzaría el quorum de ocho magistrados necesario para poder tramitar los recursos planteados por los otros líderes independentistas en relación al procés, entre los que hay varios incluidos en el orden del día del Pleno que celebra esta semana el Constitucional.
Con las recusaciones de Arnaldo y Espejel en el aire, el Pleno del tribunal de garantías abordará un recurso presentado por el exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña Oriol Junqueras y otros dos del activista Jordi Cuixart contra la sentencia del procés. Los magistrados también darán cuenta de otro recurso del expresidente Puigdemont contra varios autos de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo relativos a su situación procesal y a las órdenes de detención y entrega europeas e internacionales.
Inadmisión de plano de las recusaciones
Según distintas fuentes jurídicas, las salidas más probables para el tribunal de garantías ante esta situación son dos. La primera, y más factible, sería la de inadmitir de plano las recusaciones durante el Pleno de esta semana, antes de entrar a abordar los recurso Puigdemont, Junqueras y Cuixart que están en el orden del día.
Si optaran por esta vía, al menos nueve magistrados del tribunal de garantías (diez si la recuperación de Montoya avanzase con rapidez) podrían participar en la inadmisión de las recusaciones, incluidos Espejel, Arnaldo y el presidente del TC, Pedro González-Trevijano, a quien la defensa de Puigdemont y de los exconsellers Clara Ponsatí, Lluís Puig y Toni Comín también ha solicitado recusar por su amistad con Arnaldo.
Así se evitaría la falta de quorum. No obstante, las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE advierten de que el Constitucional tendrían que hilar muy fino para inadmitir de plano las recusaciones, y buscar en la jurisprudencia argumentos de peso con los que evitar que la Justicia europea acabe resolviendo después en contra de lo que decida el Pleno.
La admisión a trámite paralizaría los recursos del ‘procés’
La otra opción sería la de admitir a trámite las recusaciones, una decisión que aplazaría hasta el siguiente Pleno la tramitación de los recursos que iban en el orden del día de esta semana. Si optaran por la admisión a trámite, los magistrados tendrían que activar el proceso para valorar las recusaciones: el Pleno nombraría primero a un instructor, después designaría un ponente y por último daría traslado a las partes para que presenten alegaciones.
Ese proceso podría prolongarse aproximadamente durante un mes, por lo que los magistrados no entrarían en el fondo de los recursos planteados por Puigdemont sobre el procés hasta la celebración del siguiente Pleno. Es decir, todas las causas a las que afectan las recusaciones quedarían paralizadas. Un movimiento que también retrasaría la posibilidad de Puigdemomnt y del resto de líderes del procés de acudir ante la Justicia europea.
Lo que parece poco probable es que Arnaldo y Espejel acepten apartarse voluntariamente ante las recusaciones planteadas. En este caso, el TC no tendría forma de alcanzar quorum y se adentraría en una situación de bloqueo inasumible. No se podría resolver ninguno de los asuntos relacionados con el procés, lo cual, según diversas fuentes jurídicas, sería poner palos en las ruedas a los propios intereses de Puigdemont y los líderes independentistas porque ralentizaría la resolución de todos los recursos planteados. Y cuanto más se retrasen los asuntos en el TC, más tardarán los líderes independentistas en llevarlos ante la Justicia europea.