Sánchez pide a sus socios «sentido común» para aceptar la reforma laboral sin modificaciones

Una hora de balance, apenas seis preguntas, y un sólo titular. El presidente del Gobierno pide «sentido común» a sus socios tras las críticas por el «humo» de su reforma laboral, que no cumple la promesa de una derogación «ni tan siquiera parcial», denunciaron este martes desde PNV, ERC y Bildu. Por ello, Pedro Sánchez ha reiterado este miércoles en su balance del año en la necesidad de poner en valor «el formidable ejemplo que han dado los empresarios y sindicatos» para cerrar el acuerdo, que ha dado a entender  que no se modificará en el trámite parlamentario. 

Ante la pregunta reiterada de los periodistas sobre el rechazo de sus socios a la reforma laboral, el jefe del Ejecutivo ha defendido que «es de sentido común que el poder legislativo respete el acuerdo de los agentes sociales», lo cual se traduce en un rechazo inicial a tramitar como proyecto de Ley el real decreto, abierto a modificaciones vía enmiendas. 

«Yo, que quiere que le diga… Es más razonable aprobar una reforma laboral que cuenta con el apoyo de los agentes sociales a una que no cuenta con el apoyo de los agentes sociales. Me gustaría que lo validaran los grupos parlamentarios porque trasciende las ideologías», argumentó Sánchez en su comparecencia en el Palacio de la Moncloa. «No deja de ser llamativo que haya fuerzas políticas que digan que no lo van a hacer», motivo por el cual pidió que «Abramos un tiempo de mayor capacidad, un acuerdo de estas características esperamos que cuente con el apoyo de las fuerzas políticas».

Repreguntado en varias ocasiones por si no estaría dispuesto a modificar «ni una coma», como solicitó este martes el presidente de la patronal de empresarios, CEOE, Antonio Garamendi, el presidente Sánchez se rió por la «asertividad de la pregunta, ni una coma…», e insistió en que «lo que defiende el Gobierno de España es el sentido común. Vamos a defender el acuerdo porque es defender el sentido común. Cuantos mas acuerdos mejor, cuanto mas amplios mejor». 

En este sentido, Sánchez no quiso concretar si ante el rechazo de sus socios pretende abrir nuevos horizontes de negociación y explorar la vía del PP y Ciudadanos, y dedicó pocas palabras para el líder del PP, Pablo Casado, de quien dijo que no le «sorprendió» su rechazo a la reforma laboral porque «están en el no porque no». Se refirió en este sentido a otras negociaciones pendientes con el principal partido de la oposición como la renovación del Consejo General del Poder Judicial que calificó de «altamente improbable» por la negativa del PP, «y mire que lo lamento». 

Por lo demás, el presidente del Gobierno mantuvo el compromiso de que agotará la legislatura: «va a durar cuatro años y yo garantizo su cumplimiento tras haber logrado aprobar dos presupuestos consecutivos». Necesidad de «estabilidad» ante un horizonte económico que admitió que es «incierto» pese a que las malas previsiones que se ciernen sobre la economía española «son datos que son reales, son estimaciones». Y pidió centrarse en los «niveles de ocupación y empleo que no teníamos desde 2008, nos ha costado más de una década alcanzarlos».