Los rebotados de Iglesias piden a Yolanda Díaz intervenir en Andalucía y se ofrecen como sus aliados

Exdirigentes y personas influyentes que pertenecieron al grupo pablista en Andalucía piden a Yolanda Díaz intervenir en la región. Quieren evitar que Irene Montero y sus aliados tengan todo el control de la próxima lista electoral. Se trata de figuras como Manolo Monereo, quien en su día fue uno de los inspiradores del proyecto de Pablo Iglesias y que ahora se ha alejado de él, y otros cargos que están enviando mensajes a la vicepresidenta para que desembarque pronto en la región. Se ofrecen como aliados de la gallega a cambio de tener una cuota de poder en las listas de los próximos comicios autonómicos.

Además de Monereo, forman parte de este grupo figuras como Carmen Lizárraga y Juan Torres. Los tres han remitido una carta firmada en el diario Público en la que solicitan a Díaz intervenir en el proceso de alianzas en Andalucía con el objetivo de limitar el poder de Irene Montero y Amanda Meyer. Podemos entregó la región a sus aliados del PCE y confía en que el miedo de Díaz a mancharse de una derrota electoral mantenga lejos de Andalucía las ambiciones políticas de la gallega.

De momento, Díaz no tiene intención de acelerar su proyecto. Quiere controlar los tiempos y busca ponerse de perfil tanto en Castilla y León como en Andalucía para no quemarse antes de tiempo. Pero los rebotados del pablismo, que las fuentes consultadas sostienen que están siendo apoyados por Luis García Montero (y también Gaspar Llamazares, aunque este no forme parte de los exaliados de Iglesias), han apelado directamente a ella. «Quieren una cuota de poder y afianzarse como los aliados de Díaz», explican desde Unidas Podemos, donde califican la estrategia de «oportunista», si bien admiten que Díaz no puede ignorar una región histórica para la izquierda si quiere triunfar a nivel nacional.

La encrucijada

Díaz se halla en una encrucijada. El adelanto de los comicios en Castilla y León la obliga a decidir si quiere adelantar su hoja de ruta, que, en teoría, pasa por ganar tiempo, buscar aliados y dar el asalto definitivo a Podemos en las generales de 2023. El entorno de la ministra sabe que a día de hoy es muy improbable que Pedro Sánchez adelante las elecciones, así que considera que quedan márgenes para calcular bien sus movimientos.

Podemos, por otro lado, tiene prisa. En Castilla y León teme otro batacazo electoral y mueve ficha en Andalucía. La plana mayor del partido (Irene Montero, Ione Belarra y Lilith Verstrynge) ha viajado varias veces a la región. Se siente fuerte con la alianza con los comunistas y aspira a un pacto con lo que queda de Izquierda Unida, además de la sección andaluza de errejonistas, para afianzarse como alternativa al PSOE, anulando al nuevo partido de Teresa Rodríguez.

Sin embargo, queda un sector que antes operaba en IU y que ahora es huérfano, y que apela a Díaz. «La están forzando para que busque un candidato propio y entre en el tablero andaluz», reconocen las fuentes consultadas. De esta manera, creen que pueden entrar a formar parte del grupo de afines a la gallega y, de paso, mantenerse a flote en un momento de enorme volatilidad. «Aspiran a seguir teniendo cargos, que es lo que han hecho desde décadas», zanjan los más críticos.

Búsqueda de un candidato

Queda por ver si Díaz cederá a esas presiones o mantendrá firme su rumbo. Nadie descarta que Díaz esté pensando en alguien que encabece la lista de Unidas Podemos, aunque esto puede desembocar en un choque con los morados, y el peligro para la ministra de Trabajo de contaminar su propuesta renovadora.

En su momento, Alberto Garzón recibió un ofrecimiento por parte de la cúpula morada para liderar las listas regionales. Pero el ministro de Consumo la rechazó, y todo apunta a que siga siendo así. Otro nombre que circula en los ambientes de Unidas Podemos es el del economista Juan Torres, quien podría ejercer de puente entre Díaz y la izquierda andaluza. Sea como fuere, las fuentes consultadas creen que Díaz «deberá tener en cuenta el factor andaluz».

La región, ahora en manos del Partido Popular, es demasiado importante para la izquierda para que la gallega se mantenga al margen. Queda, aun así, la vía salomónica: una lista impulsada por Podemos y que garantice el poder de Irene Montero en esa región, con el apoyo externo de Díaz. «De ser así, Díaz podría decir, si el resultado es bueno, que ayudó en la campaña y, si es malo, desmarcarse afirmando que la derrota es de Podemos». Pero lo cierto es que algo deberá hacer. «En Andalucía Yolanda debe jugar, no puede permitirse hacer como que no existe», zanjan desde Unidas Podemos.