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Podemos prepara el discurso para culpar a Garzón del batacazo en Castilla y León

En el frente morado quieren convertir al ministro en chivo expiatorio de otra derrota electoral

Podemos prepara el discurso para culpar a Garzón del batacazo en Castilla y León

Podemos prepara el discurso para culpar a Alberto Garzón del probable batacazo electoral que sufrirá en las elecciones de Castilla y León el próximo 13 de febrero. Las fuentes de Unidas Podemos consultadas sostienen que Garzón acusó en el diario británico The Guardian a las macrogranjas de carne de maltratar a los animales, contaminar el suelo y exportar sus productos en el marco de una táctica de acercamiento a los ecologistas. Pero también admiten la falta de acierto de sus declaraciones, máxime por el calendario electoral de Castilla y León, una de las regiones punteras en producción de carne.

El término que más se repite en las declaraciones de las fuentes moradas es, recogido aquí de manera eufemística, el de «error». El ministro de Consumo dijo al periodista de The Guardian que uno de los problemas de la industria cárnica española era la producción intensiva, y acabó afirmando que los productos de baja calidad se exportan al exterior. Literalmente afirmó que estas granjas se «encuentran en un pueblo un poco despoblado de España y explotan 4.000, 5.000, o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y exportan la carne de mala calidad de estos animales maltratados».

Garzón intentó el pasado miércoles corregir el tiro publicando una transcripción de su intervención en el The Guardian (la entrevista se publicó el 26 de diciembre), que de facto no modificó nada de su declaración. Y sus palabras hicieron explotar una polémica en el medio de una semana de preparación electoral.

La Moncloa dio la orden, con algo de retraso respecto a las peticiones de dimisión del PP y del socialista Javier Lambán, de ignorar la polémica. Para el Gobierno, Garzón «habló a título personal», aun siendo en calidad de ministro de Consumo cuando hizo sus declaraciones.

Entre los ministros socialistas y sus altos cargos es palpable el malestar, aunque todas las fuentes consultadas descartan tajantemente un cese por parte de Sánchez, y aún menos las dimisiones del propio Garzón. No es la primera vez que el titular de Consumo obliga al Ejecutivo a corregir el tiro. Durante una de las últimas polémicas, tuvo que intervenir hasta el presidente durante una rueda de prensa en el exterior.

«No puede ser cesado»

«Garzón habla con la libertad de quien sabe que no puede ser cesado. Es cuota de Izquierda Unida, del que sigue siendo coordinador federal, y no se irá hasta tener otro cargo de igual relevancia«, explican desde el partido, donde también se registra cierto malestar. Las elecciones en Castilla y León están muy cerca y muchos cuadros de IU saben que atacar el sector cárnico puede restar votos y apoyos en una región con muchos trabajadores que se dedican a esta producción.

Así que todo se acaba leyendo en términos electorales. Concretamente, a un batacazo de Unidas Podemos en Castilla y León que se sume a las demás derrotas en Galicia, Castilla-La Mancha, Madrid y País Vasco. La cúpula morada es consciente de sus dificultades. La región es históricamente «difícil» para el partido morado, y ahora con la pérdida de glamour de Podemos todo se hace cuesta arriba. Hace pocos días Podemos e Izquierda Unida sellaron el primer pacto de coalición en esta comunidad autónoma: podía parecer un primer paso para recuperar votos, pero Garzón amenaza con arruinarlo todo.

En el entorno del ministro, algunos defienden sus posiciones y explican sus declaraciones para atraer el voto de los ecologistas (cabe señalar que en Castilla y León el partido de Errejón no se presenta). Pero lo cierto es que la mayoría en Unidas Podemos frunce el ceño. «Es evidente que cada vez que abre la boca se mete en un lío», lanzan los críticos, quienes, por otro lado, desvelan una derivada para la cúpula morada. Si las elecciones van mal, pueden «echar la culpa a alguien».

Un chivo expiatorio

El candidato de Unidas Podemos que liderará las listas será con toda probabilidad el líder regional Pablo Fernández. Es el último de los barones pablistas de Podemos, tal y como publicó este diario, pero en la formación morada no convence a todos. «Tiene una imagen pésima», lanzan algunos recordando las salidas de tono que pueden haberse quedado en la memoria del electorado. Por ejemplo, cuando «mandó a la mierda a PP y Ciudadanos al ‘estilo Labordeta'».

Las encuestas no dibujan un escenario electoral fácil para Podemos. Ni en Castilla y León ni a nivel nacional. Yolanda Díaz, como desveló este diario, no piensa involucrarse demasiado en la campaña para que no se asocie su proyecto político con el resultado electoral de Podemos, así que la cúpula morada ya prepara el discurso de cara a una -otra- probable derrota. Y todo apunta a que si en Galicia se señaló a Díaz (donde la ministra sí hizo campaña, y eligió a un candidato malo) como responsable, y allí empezó la desavenencia interna con el sector de Irene Montero, en Castilla y León algunos ya piensan achacar a Garzón la próxima derrota.

La identificación del culpable no es un asunto baladí. Podemos necesita mantener algo de peso territorial si quiere sentarse a negociar con Yolanda Díaz una cuota de poder en su nuevo proyecto. Si los morados de Ione Belarra e Irene Montero llegan demasiado debilitados, será más fácil para Yolanda Díaz difuminar sus exigencias y, de paso, imponer manu militari a sus fieles en la nueva plataforma. Todo pasa por Castilla y León, una región históricamente difícil para Podemos, y también por Andalucía, donde se celebrarán los próximos comicios autonómicos. Aquí las cuentas deberían salir con más facilidad para Unidas Podemos. Deberían.

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